Marruecos Diciembre 2006

El jueves por la tarde teníamos todavía mucho que terminar y colocar en el coche. Terminar las cajoneras, cargar todo el avituallamiento para las comidas, materiales de repuesto, extintor, tiendas de campaña, sacos de dormir, compresor…..También teníamos que cambiar las ruedas, rotular el coche, instalar la pantalla del ordenador, colocar todos los cables del interior, etc., etc. Como siempre a última hora pero mi horario es lo que tiene, que no te deja tiempo libre. Contamos con la inestimable colaboración de Danko y aun así terminamos a las 2 de la mañana.

Al día siguiente la cita era a las 8:45. El copi, Iñigo, tenía que hacer una gestión en una notaría y como suele ocurrir en estos casos la cuestión se alargó hasta las 11. Como salíamos mas tarde de lo previsto el ritmo para bajar a Algeciras fue de trabajo más que de placer. La aguja en 140 todo el rato, una parada en Puerto Lápice a mitad de camino, donde alcanzamos al otro equipo riojano que había salido a las 10. Llenamos el depósito y del tirón hasta Torreguadiaro a 20 Km. de Algeciras donde teníamos el hotel. Jesús y Francisco (Parrucho o Jony Parru para los amigos) iban en un KDJ de dos puertas con año y medio. Al llegar allí después de 980 Km. ya estaban todos los coches salvo un cherokee de dos puertas de los viejos conducido con mucha experiencia africana por Javi a quien le acompañaba su hija Ana. Nos sorprendió ver sobre todo un Frontera cargado hasta las trancas y un Montero V6 de gasofa también cargado a tope y con el culo ringlado del peso.

Una vez en la cafetería nos presentamos al resto del grupo y ya desde entonces se percibía el buen ambiente general. Algo que continúo durante todo el viaje, hasta en los peores momentos. Muchos de ellos eran del club de Mioño, organizadores de ese fantástico fin de semana que pasamos en esa localidad. El resto se conocían todos entre si o por lo menos eso parecía. Al día siguiente habíamos quedado a las 6 con los motores en marcha para coger el ferry de las 6:30 así que después de la cena prontito para la cama.

La cola del ferry fue muy rápida y enseguida estábamos dentro. Ni que decir tiene que el 99 % de los vehículos que entramos a esa hora eran todoterrenos con ganas de marcha. El trayecto se hizo casi de noche y al llegar a Ceuta aprovechamos para llenar los depósitos mientras amanecía, de allí directos a la frontera. Primero hicimos el papel del conductor y acompañante y luego el del coche. Lo de pagar o no pagar a alguno de los buscavidas que hay por allí…. Pues no se si merece la pena. Para ser 10 coches no tardamos mucho en pasar. Mientras tanto aprovechamos para cambiar euros a Dirhams.
 

Después de la frontera a toda máquina para Marrakech. Hay bastante distancia a recorrer por autopista. Durante la bajada ya tuvimos el primer problemilla. El coche de Jon iba haciendo una vibración extraña, probamos a quitar el protector de la transfer pero seguía con ello. Se fue con dos coches mas a una localidad cercana para buscar un taller mientras el resto de la organización y viajeros continuábamos el trayecto. Al final resultó ser una cruceta del eje delantero de la cual llevaba repuesto así que en un pis pas estaba solucionado.

Continuando con nuestro viaje por la autopista comenzó a diluviar y vimos 4 coches volcados en la mediana. Se ve que apuran las ruedas mas de la cuenta y cuando llueve lo pagan con creces. Cuando comenzaba a atardecer llegábamos al fin de la autopista y al inicio de las carreteras marroquíes donde la conducción es terrible. La gente va en largas todo el rato, les da igual que haya línea continua, cambio de rasante, lo mismo da. Se te pegan al culo con las largas puestas. Si están adelantando y vienen coches de frente se te echan encima para meterse de nuevo en el carril… Así que aprovechando la ley del más fuerte y la emisora fuimos imponiendo nuestro propio ritmo. A veces se oía algún que otro comentario por la emisora subido de tono provocado por las maniobras increíbles de los conductores marroquíes.

A unos 80 kms antes del destino un accidente gordo en la carretera y una retención kilométrica nos paró un buen rato. Aprovechamos mientras para hablar con unos camioneros españoles que iban en el 16. Se empezaba a colar gente por la derecha y a la petición de los camioneros para que cortásemos el paso para evitar que se hiciesen dos filas y aumentar el atasco. Saqué el morro a la cuneta para cortar de golpe el tráfico mientras aguantaba las pitadas y pensaba en iniciar la reconquista allí mismo. Afortunadamente había un camino alternativo y no estuvimos retenidos más de 30 minutos. Así también el 2ª grupo se nos acercó bastante y pudimos mantener el contacto por la emisora hasta que nos juntamos en una gasolinera mas adelante.

Por fin llegamos a Marrakech. Buscamos el hotel (hotelazo por cierto) y como era tarde nos fuimos inmediatamente a cenar para poder ver la plaza de Jemaa el`fna. El zoco lo pillamos cerrándose pero nos dio tiempo a ver todo el ambientillo y comprar alguna chorradica.

Durante los desplazamientos anteriores por las carreteras hemos visto estampas que consideraba perdidas en mi niñez. Gente sembrando a mano, en derrama. Empleando el arado romano tirado en la mayoría de las ocasiones por dos burros. Se ve que tener buey es artículo de lujo. Desplazamientos a lomos de burro para llegar a la huertita próxima. Una pena esto de tener vacaciones de pobre e ir con prisa porque todas esas situaciones invitaban a pararse para verlo con detenimiento y si había suerte hasta poder hablar con el fulano. Inconscientemente hacías una asociación mental con tus tiempos de crío y lo relacionabas con algo bueno.

No paré a hacer una foto por no parar a todos pero luego tampoco lo echas de menos ya que te imaginas la estampa al revés en los tiempos del 124 y el SIMCA 1200 y que mientras estabas en la huerta con la yegua pasase por la carretera un guiri en un Cadillac de 16 cilindros, se bajase del mismo y te echase una foto para seguir a todo meter. Lo mismo le sacudes con un canto en los morros.

Hoy la etapa aparentemente es sencilla. No madrugamos mucho y nos toca Cruzar el Atlas por el puerto de Tizi´n Tichka situado a más de 2.000 metros de altura. Paramos en lo alto del puerto para descansar un poco. Allí hay tienditas con fósiles y minerales donde los que las atienden son bastante cansos. Los paisajes de toda la zona que estamos recorriendo son espectaculares.A medida que descendemos también nos alejamos de la zona montañosa y nos vamos acercando a la zona plana y desértica.

Nuestra próxima parada es Ait Ben Haddou. Kasbah declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

Se ven muchas Kasbahs en Marruecos. Son antiguas fortalezas que por dentro tienen diferentes alojamientos que servían como viviendas, comunicados todos por intrincados y estrechos pasillos. El espesor del adobe de las paredes y lo minúsculo de las ventanas logran que la temperatura del interior sea muy inferior a la del exterior. Después de visitarla cogemos una pista que nos sacará de nuevo a la carretera por la que veníamos. A medio camino paramos para comer.

Después retomamos la carretera y en Tazenakht empieza la pista que nos llevará hasta Taliouine. Como hay un libo de ruta con todos los waypoints guardados nos ofrecen salir en grupos de dos si queremos. Así que votamos que si y nos ofrecemos para salir en el primer grupo.

La ruta transcurre por una pista rota, mucho en algunos tramos, aun así procuramos ir lo mas rápido que se puede. El sol de cara molesta mucho y más a Jesús que nos sigue y al sol tiene que sumar el polvo. Pasamos por 3 ó 4 pueblos y el primero de ellos es una sorpresa ya que no esperas encontrarte los pueblos allí, con ese acceso tan malo, sin ningún tipo de urbanización, en algún caso sin luz. Te imaginas que la vida allí tiene que ser muy dura. Tampoco ves zonas fértiles así que no sabes de que pueden vivir. La pista pasa por el centro de algunos de ellos, con lo que da tiempo a verlos bien. Los niños salen a tu paso y enseñan cuadernos para que les des. Algunos son tímidos y otros se acercan hasta que casi tocan el coche. Las casas son de adobe y las calles polvorientas aunque reducimos mucho la velocidad para pasar por ellos. Otra sorpresa es ver en los que hay luz antenas parabólicas en el techo de las casas.

Un poco mas adelante al subir un puertecito contactamos con el tercer grupo por la emisora y nos piden que paremos para agruparnos un poco antes de que se haga de noche cerrada. Doy las luces para probar los focos y noto como se funde una H7, no se porqué funde tantas bombillas este coche. Cuando he terminado de cambiarla nos alcanza el 2º grupo que iban en otro canal de emisora. Cuando estamos agrupados los 6 coches comentamos el libro de ruta y menos mal que lo hacemos. Yo había metido 61 wpt. La noche anterior en el hotel no nos dimos cuenta Jesús y yo de que eran solo 40 y por la mañana seguí con el mismo error sin leer el encabezamiento de la página en la que empezaba el 2º día. Por eso iba yo a piñón porque veía lo que quedaba y pensaba que para terminar necesitaría otro día mas por lo menos. Ya me veía de ruta nocturna hasta las tantas de la noche.

Más tranquilos y de noche cerrada reanudamos la marcha. Nos fuimos distanciando de los demás un poco y al llegar a un Oued bastante ancho nosotros acertamos a la primera con la salida entre unas tapias por una calle estrecha que sube a un pueblo mientras los demás que ya no ven nuestras luces se confunden un poco en el fondo del oued. Había que entrar en el pueblo por una calle muy estrecha y después girar a la derecha con todos los vecinos de las casas próximas flipando en colores. Al salir del pueblo salía otra pista por la izquierda que apenas se veía pero de casualidad dimos con ella. En la confusión del Oued pierdo también a Jesús que había tomado el camino bueno pero se vuelve por las indicaciones del resto y ya terminaría la ruta con ellos. Avisamos a los demás del giro a la izquierda por la emisora aunque Sonia que hacía de navegante en el toyota 100 para el resto de su familia Jose, Aser y Enoc iba demostrando unas dotes de navegación excelentes para no llevar cartografía y emplear solo los waypoints.

Mas adelante alcanzamos un camión cargado dos metros por encima de las cartolas. En ese terreno iba casi al ralentí y vamos un buen rato detrás de el hasta que hay un hueco para poderse abrir un poco y dejarnos pasar. Luego nos encontraríamos también con una furgoneta de frente y tuvimos que andar unos 500 metros marcha atrás hasta poder hacernos un hueco para cruzarnos.

Por fin llegamos al asfalto en un pueblo cerca de Taliouine. Salimos del pueblo y nos paramos en una zona un poco mas ancha en la carretera. Con las luces apagadas pero dando indicaciones por la emisora a los demás que vienen mas atrás. Al poco pasa por allí un 205, se para, echa marcha atrás y se bajan 3 troncos del coche. Uno de ellos se acerca con las manos en la espalda mientras pienso que coño querrá el pollo este. Abro el cristal lo justo para hablar con el y me pregunta que cuantos somos, que si nos quedamos a dormir ahí que si tal y que si cual. Yo no hago mas que darle largas y respuestas confusas y sigo pensando porqué no enseña las manos. Al final la conversación se va encauzando más y me dice que es Saharaui y que bienvenidos españoles que uno de los otros dos es el hijo del dueño de un camping de Taliouine. Me da el nombre y se van.

Por fin llega el resto del primer grupo y luego el 2º. Le comento a Jon lo del camping y nos dirigimos hacia el pueblo. Antes de llegar alcanzamos al 205 que parecía estar esperándonos en un cruce. Nos llevan al camping que a esas horas de la noche resulta ser cojonudo. En lugar de dormir en tienda nos metemos en unas habitaciones espartanas pero cómodas con baño y todo. Aparcamos los coches delante de las habitaciones y nos pegamos una cena cojonuda con fogata nocturna para contar historietas mientras nos tomamos unos cafés mejorados con leche condensada, chocolate y Baileys a cargo de Jose y Sonia.

Recogemos todas las cosas y salimos prontito para comenzar la etapa. Enseguida nos desviamos de la carretera y tomamos una pista utilizada por la Sáhara. A la entrada paramos para repetir el mismo sistema del día anterior. Grupos de dos coches y a seguir el rutómetro con la diferencia de que como el día anterior abríamos pista nosotros, este día nos quedamos en último lugar aunque por delante de la organización, claro está. Jon nos da un pequeño briefing de cómo va a ser la etapa y comienzan a salir los equipos compuestos por los mismos coches del día anterior. Hoy van los primeros el Toyota 100 de Jose y Sonia y el Frontera de Luis y Manoli con sus hijas Jennifer, Nahikari y Yagoba como futuro yerno.

La etapa transcurre por paisajes planos hasta que pronto empezamos a tomar altura para trasponer por los cerros y dar vista a un valle impresionante que culminará en el esplendor del desfiladero de Asarrakh. Todo va bien hasta que llegamos al wpt 47. Por algún error de trascripción está mal en el libro de ruta y nos dirigimos hacia unas coordenadas erróneas por lo que no se puede encontrar. Preguntamos por la emisora pero no logramos comunicarnos bien con nadie así que decidimos dar la vuelta hasta el anterior wpt conocido para reiniciar el camino. Entonces nos cruzamos con Jon y aclaramos el error. Desde aquí continuamos detrás de el. Lo curioso es que nadie ha ido a buscar el wpt y han ido todos al siguiente.

La siguiente parada la hacemos en lo alto del desfiladero de Asarrakh. Es un sitio que te deja con la boca abierta. Tenemos que esperar a que un camión en el fondo del barranco termine de cargar piedras para dejar el camino libre y gracias a eso nos podemos recrear con la vista. La altura de los cerros está desproporcionada con la profundidad del barranco. También contrasta lo árido de las laderas con lo verde del palmeral que hay en el fondo. Un sitio bonito para hacer una parada.
 

Ya en el fondo nos internamos en el palmeral a la vez que cruzamos el pueblo. Es fácil seguir el rastro de los coches que van por delante ya que todos los niños tienen una sonrisa de oreja mientras le dan vueltas a los chupa chups que les han ido dando nuestros compañeros de ruta. Aprovechamos en ese pueblo para comprar el pan. El nivel de vida en este pueblo parece mejor que en los anteriores que hemos cruzado. Algunos niños son bastante rubios. La pista continúa por el lecho del río seco flanqueada por paredes que son moles de piedra. En cuanto nos alejamos lo suficiente del pueblo paramos para comer.

A los pocos Km. de reanudar la marcha el toyota veterano de Iñaki y Asier rompe el espárrago de un amortiguador. Cuando llegamos ya lo han desmontado y están colocando otro de repuesto. Como este es de serie rompería por extensión en otra etapa necesitando en este caso otro amortiguador que saldría de la doble amortiguación de Jon. Una vez reparado continuamos el descenso pero esta vez lo que se rompe es la pastilla de la emisora de Jon así que le dejamos nuestra emisora de repuesto. De allí hasta llegar a la carretera todavía tenemos mucha distancia para disfrutar de bellos paisajes de palmerales y cadenas montañosas. Hasta los 40 Km. de enlace por asfalto son preciosos.
 

Hoy llegamos por fin de día a Tata, aunque comenzando a atardecer. Nos da tiempo a repostar en la gasolinera, limpiar los filtros y acomodarnos en el hotel mientras Jon y Aitor con el KDJ y Rolan y Soraya con el Terrano acompañan a Iñaki y Asier que han ido con el veterano a colocar bien el amortiguador.

Después de la cena debatimos sobre el siguiente día. Hay dos opciones, una coger una pista del Dakar de 140 km para llegar al Iriki para lo cual hay que salir a las 6:30 y otra coger la carretera hasta Foum Zguid para de allí coger una pista de tolé ondulé aunque mucho mas corta para llegar también al Iriki. En ese caso podemos salir a las 9.

Tata Mahmid

La opción de la pista es casi inviable. 140 Km. de pista, cruzar el Iriki, cruzar todo el erg de dunas que hay a continuación y tomar una pista que de nuevo nos meterá entre dunas para llegar a Mahmid. El primer tramo de pista es muy rápido pero como iremos en grupo no se puede aprovechar esa ventaja debido al polvo. Si echas cuentas de las posibles velocidades medias se ve que no es posible llegar de día pero… en estos casos, como a ninguno nos brilla en exceso la cordura, pues decidimos que no hemos venido aquí para hacer asfalto así que cogemos la opción de la pista larga.

De noche estamos todos en marcha y desde Tata tomamos dirección sur este rumbo 285. Después de unos 20 Km. mas o menos dejamos el asfalto y tomamos una pista que gira un poco mas al este rumbo 315. La pista es rápida con multitud de ramales que se desvían a izq. y derecha pero que la mayoría de ellos se juntan de nuevo mas adelante. Cuando te sales de la nube de polvo por alguno de los ramales puedes disfrutar con la velocidad llegando a puntas de 90 Km. /h. Después de unos 15 Km. de pista estamos a punto de girar a rumbo Este pero llegamos a un control militar. Lamentablemente nos informan de que la pista no se puede hacer en ese sentido solo en el contrario. No entendemos muy bien porque pero no nos queda mas remedio que darnos la vuelta.

Deshacemos el camino y volvemos hasta Tata, desde ahí cogemos la carretera hasta Foum Zguid. Un largo camino por carretera pero nos hace pensar que mas largo aún se nos hubiese hecho por la pista. Un poco antes de llegar a Foum Zguid giramos a la derecha y enseguida tomamos la pista que nos conducirá al Iriki después de pasar por otro control militar. Esperamos al Mitshu de gasolina y al veterano que han ido a repostar por si acaso mientas bajamos las presiones a 1,8 para la tolé ondulé.
 

La pista está machacada y la tolé no es tan perfecta como en Australia pero se nota perfectamente. Siempre que se puede buscas alternativas a la pista pero normalmente no hay mucha mejoría entre la principal y las alternativas. Tampoco puedes tratar de coger una velocidad alta pera no notar la tolé porque hay baches gordos cada cierto tiempo. Nos vamos acercando al famoso Iriki. La zona todavía no es plana perfecta pero ya se va adivinando que no nos costará mucho llegar a ella. De vez en cuando aparece alguna duna suelta que hay que esquivar para mantener la velocidad. Justo antes de llegar al lago paramos para hacer unas fotos y disfrutar de la zona.

Como en días anteriores organizamos grupos de dos para ir saliendo y en este caso tratar de llegar al centro del lago a nuestro aire. Nosotros nos animamos a salir los primeros. Jesús trata de salir con el KDJ pero no puede. La palanca de la caja automática se ha quedado en P y no se puede menear. Lo desbloquea manualmente con una tecla que lleva para ello pero todos los controles de tracción, estabilidad y ABS están encendidos por lo que paramos para ver de que se puede tratar. No hay manera de dar con la avería, desconectamos la batería, quitamos los fusibles del ABS pero no hay manera de que la avería desaparezca. Cada vez que vuelve a la posición P la caja se bloquea. No sabemos cual puede ser la avería así como si esta puede ser grave, sencilla o puede empeorar. Con esta situación la decisión es no entrar en los Ergs de dunas con el coche así. Si el problema se complica y el coche no se puede mover no sería posible remolcarlo para salir y habría que dejarlo allí. Con el agravante de que si el problema es electrónico sería muy complicado darle una solución en medio de las dunas. Jafo y Javi en el Montero de 2 puertas y Jesús y Parrucho con el KDJ se van por la pista del norte y los demás seguimos rectos hacia el centro. Quedamos en vernos mas adelante en el oasis Sagrado. Para Jafo esta es la maldición del Iriki como el la llama. Es la 3ª vez que llega hasta aquí y todavía no ha podido meterse en las dunas porque siempre ha habido algún problema que le ha impedido continuar.

Las llanadas del lago son una gozada vamos a 80-90 sobre una superficie perfecta con los coches en paralelo. Aunque la zona no es muy larga ya que los ríos que se pierden en el lago han dejado bastante humedad y comenzamos a ir dejando rodada y se nota como al coche le cuesta cada vez mas avanzar. Voy bajando marchas a medida que me voy quedando sin fuerza 5ª, 4ª, 3ª, y llego al centro en 2ª sin poder ir más rápido.
 

Aquí esperamos a los más rezagados y a punto estamos de vivir una situación que podía haber sido muy grave y en la que es casi mejor no pensar en las posibles consecuencias. Al llegar a donde estamos todos parados a Luis se le ocurre hacer un trompo de exhibición. El coche lleva poca presión en las ruedas y al girar a tope se comienza a levantar del lado izquierdo dejándolo a dos ruedas y contravolanteando para ponerlo de nuevo sobre las 4. Los que lo hemos visto nos quedamos blancos y a mi que lo estaba grabando se me revuelve el estómago solo de pensar en lo que podía haber pasado con todo el coche lleno de gente. 5 personas más el equipaje correspondiente.

Jon nos vuelve a reunir a todos para explicarnos la situación que tenemos por delante. El trayecto por las dunas es una cosa seria así que por favor nos pide que seamos consecuentes. Que le hagamos caso en lo que nos diga porque si no actuamos con cabeza podremos doblar un chasis en una cresta, volcar en una inclinación lateral o tener que abandonar el coche al quedarnos sin embrague. Todo esto ya nos lo había indicado pero ante la reciente situación cree conveniente el remarcarlo. También nos advierte de que posiblemente haya mucho barro de aquí en adelante.
 

Pues efectivamente el barro aparece y en cantidades industriales. A priori parece todo blanco y plano, perfecto, pero debajo es todo barro. Nos advierte por la emisora de que no cojamos su trazada porque la zona es chunga. Por la derecha veo la trazada del veterano y también parece jodida así que pruebo por el medio pero también es zona mala. Igual que antes tengo que ir bajando marchas porque el coche no las aguanta y al final acabo en 2ª a fondo mientras el coche a penas avanza pero puedo salir de la zona de barros y llegar “por fin” a la arena. Paramos y aprovechamos para quitar barro de los pasos de rueda con una cuchara ya que la faldilla trasera está a punto de descolgarse del peso. La desmontamos y la guardamos dentro.

Delante de nosotros tenemos la primera duna. Bajamos las presiones a 0,8 y me asomo por encima de la duna mientras Jon busca el camino bueno. El panorama es para flipar. Solo se ven dunas hasta donde te da la vista y te imaginas que navegar por ahí no va a ser muy fácil precisamente. Hacemos un orden de coches que habrá que respetar y por detrás de nosotros solo van el veterano de Iñaki y Asier y el terrano de Rolan y Soraya. Por delante llevo al Mitshu largo de gasolina y chorrocientos caballos.

Nos metemos en faena. Mantener el rumbo requiere habilidad por parte de Jon que va abriendo camino. Puede que la duna de enfrente no merezca la pena subirla y sólo sirva para usarla como peralte para coger velocidad y subir otra a la derecha o izquierda para de ahí pasar la cresta y bajar a otra duna. La verdad es que me parece muy complicado porque nosotros lo único que tenemos que hacer es seguir las rodadas pero Jon tiene que asomarse a cada una de ellas con el coche y ver si se puede seguir o no. Si hay una hoya por detrás, si pica mucho la bajada, si la siguiente se puede subir, si es mejor coger la que está mas a la izquierda o a la derecha. Bufffff un agobio. Sin embargo en ningún momento tenemos que darnos la vuelta siempre vamos avanzando. A veces el avance en línea recta es lento por los numerosos giros que hay que ir haciendo para pasar las dunas. También tenemos que sumar las empanzadas de los coches mas largos, a mi me toca sacar al Mitshu 3 veces, mas los errores al subir alguna duna que provocan el tener que sacarlos. Avanzar más de 1000 metros seguidos nos parece una autopista. La incertidumbre de saber si nos dará tiempo a salir antes de que se haga de noche es grande. Las horas pasan y sobre el mapa se ve que el avance es muy lento.
 

En una subida fallida del toyota 100 que va delante del mitshu vemos como después de pararse el coche se patina de lado duna abajo. Ostias, ese coche pesa mucho, se nota. Salen solos sin mayor problema pero no quiere bajar las presiones a 0,8 por miedo a desllantar.

La conducción se hace como en el parchis de seguro en seguro. Seguro es lo alto de una duna, así que hasta que el coche que llevas delante no ha pasado la siguiente cresta tú no avanzas. Cuando llegas a esa cresta te paras y miras el panorama que hay por delante y que hacen los demás. Llega el primer problema serio. El frontera comienza a apestar a embrague. Bufff bufff bufff. Dejamos que el coche se refrigere antes de que el embrague se joda. Tampoco había bajado las presiones a 0,8 y puede que eso haya hecho patinar todo más de la cuenta.

Después de media horita seguimos adelante. Le vamos cogiendo confianza a la conducción. El Sorento va de coña por las dunas y ves que salir de ahí es solo cuestión de tiempo. Total la distancia a recorrer es corta y todo es cuestión de habilidad por parte de Jon.

Mas adelante tenemos otro susto. En una de las zonas que hay que cambiar de duna porque la que han pasado los primeros es difícil el 100 prueba a pasar por otra pero no perpendicular a la misma. No logra rebasarla y el coche se cae de nuevo de lado quedándose con una inclinación lateral acojonante. Si te pones detrás del coche ves los grados y piensas que en superficie seca hubiese volcado y que libra porque las ruedas están enterradas y lo agarran. Hay que sacar a los niños por el techo solar y echan unas cuantas lagrimillas por el acojono. Los ocupantes se preparan para un posible vuelco y Sonia se pone el forro polar en la ventanilla por si golpease con la cabeza.
 

Afortunadamente el sitio para tirar con otro coche es muy bueno, así que Eduardo con el Mitshu se pone detrás. Bajamos las dos ventanillas del lado izquierdo y pasamos una eslinga por el mástil. Sorprendentemente en cuanto tiramos desde el lado derecho, que es el que está mas bajo, el coche se endereza fácilmente. Una pena que la foto, como siempre, no haga justicia de la inclinación que se alcanzó.

Continuamos duneando, cada vez nuestra sombra es más alargada pero se va intuyendo el final. En unas de las dunas que podemos enlazar más o menos en línea recta comienzo a oler a embrague quemado y preguntamos si el coche de atrás también lo nota por saber si éramos nosotros. Contesta Luis por la emisora (que iba tres coches mas adelante) y dice que es el, que el embrague se está jodiendo.
 

Buenoooooo. Ya la hemos liado. Paramos todos y efectivamente el embrague está en las últimas. Dejamos que se refrigere otra vez. Ya estamos muy cerca del fin así que decidimos hacer lo siguiente. Descargamos su coche de peso, a las hijas y a Yagoba los reubicamos en los coches, uno se mete en el mío, en el asiento que había dejado detrás de mi, para ello la nevera la pasamos al 100. También repartimos el equipaje.

Con el Frontera se quedan el veterano y el Terrano y los otros 4 junto con Jon salimos del erg. Nos cuesta muy poco ya que estábamos cerca de la pista que se adentra en el erg. Logramos contactar con Jafo por la emisora que estaba en el oasis sagrado desde hacia 3 horas. Sale a nuestro encuentro y cuando nos juntamos con el, Jon se da la vuelta a por los que esperaban en las dunas. El embrague se había cambiado antes de venir pero puede que un exceso de caña en el viaje con todo el peso provocase su degradación.

Subimos presiones y llegamos por fin al oasis Sagrado donde nos juntamos también con Jesús. Se hace de noche pero aún nos quedan unos 40 kms para llegar a Mahmid. Seguimos al siguiente wpt. Se supone que ahí había que girar a la derecha pero no vemos ninguna pista. Después de hacer unos 6 Km. sin ver ninguna pista nos volvemos al wpt. Nos cruzamos con otros 4 coches, 3 de españoles y el otro parecía de gente de por allí que los iba guiando. Unos de los tres era un Toyota de los de motor Vm que iba remolcado por haber sufrido un golpe en una duna y romper no se cuantas cosas. Nos dicen que habían visto a lo lejos a un grupo de coches fuera de las dunas y por las descripciones puede que fuesen los que faltan de nuestro grupo lo cual nos alivia.

Continuamos de regreso al último wpt conocido. Cuando estamos cerca se intuyen muy a lo lejos unas luces que posiblemente sean de los nuestros. Mientras esperan en el wpt los demás, Iñigo y yo nos dedicamos ayudados de los focos a buscar la posible pista. Damos muchas vueltas y nos alejamos hasta que dejamos de ver las luces de los que esperan en el wpt pero no hay manera de encontrar el camino. Seguimos y nada lo único que vemos es que como el terreno es fácil podemos seguir rectos campo a través hasta cortar con la pista que rodea por el norte el erg de Mahmid.

Nos sorprende el silencio de la emisora, nadie pregunta por nosotros y al llegar vemos el porqué. Mientras colocan los coches para alumbrar hacia el este y tratar de ver la pista ha ocurrido un percance. Jose estaba fuera del 100 y Jafo con el montero mientras echaba marcha atrás ha estado a punto de aplastar a Jose contra el 100. En el último momento a Jose le ha dado tiempo de abrir su puerta para que el montero diese contra ella y al detectar el golpe Jafo ha parado. La puerta solo tiene un pequeño golpe en la parte baja cercana al marco pero Jose ha recibido un fuerte impacto y del mismo ha caído al suelo. Cuando nosotros llegamos ya está de pié pero le duele mucho el brazo. La cara de Jafo es un poema. Ha pasado algo inexplicable pero ha pasado, los accidentes son así, imprevistos.

El frontera viene remolcado por Jon. Todavía tira algo por si mismo pero mejor llevarlo así para evitar romper del todo el embrague. Mas al sur hay otra pista que pasa por el Erg y va directa a Mahmid pero con el frontera en esa situación no conviene intentarlo y menos de noche. Decidimos ir campo a través que es casi plano para enlazar con la pista del norte del erg. Tenemos que rodearlo entero por el norte hasta sobrepasar la vertical de Mahmid para cortar la carretera y ya por esta ir hasta el hotel Tabarkat. El camino es largo pero es el más seguro.

Comenzamos a encontrar rodadas que nos van poniendo en el buen rumbo. Se hacen relevos con los coches para que no tire siempre el mismo del Frontera. Tenemos que pasar entre dos zonas de dunas por lo que encontramos en algunos tramos bastante arena pero la vamos superando sin problemas. Jon no usa cartografía digital, pero sólo con el GPS y de noche se va orientando como un gato y nosotros comprobamos en nuestra pantalla lo acertado de la ruta.

Por fin llegamos a la carretera y de allí rápidos para el hotel. Son casi las 10 de la noche así que lo primero que hacemos es ir directos al comedor para cenar. Luego sin prisa copas junto a la gran chimenea que hay en el centro del local. El Tabarkat es un hotelazo regentado por españoles y las habitaciones están de coña. Vemos los videos y fotos del día en el portátil y repasamos todas la anécdotas que ha habido muchas y afortunadamente no han sido mas que eso. Poco a poco la gente se va yendo a la cama mientras algunos esperan al mecánico que estaba atendiendo a otro coche en su pueblo y llegaría a las 2 de la mañana.

M´Hamid-Alí el cojo

La situación es la siguiente. El KDJ sigue con el problema pero se quiere venir a esta etapa porque no parece que vaya a más. El Frontera puede continuar por carretera pero se irá a Zagora para cambiar el embrague. Jose tiene buen temple y es de los que se quejan poco pero lleva el brazo en cabestrillo. Eduardo por solidaridad con ellos también hará la etapa por carretera. Al viaje se apuntaron los 3 en bloque y entre los 2 convencieron a Luis para que lo hiciera con el Frontera. El día anterior a parte de las empanzadas lo único que ha roto es el paragolpes trasero de arrastrarlo por la arena. Jafo como organización les acompaña a todos.

Así que estamos 6. No madrugamos mucho porque el día anterior habían sido 15 horas de coche. Al salir del hotel el primer problema. Al KDJ según Jesús no le entraban bien las marchas, la caja no iba bien. Solo habían transcurrido unos 500 metros así que se da la vuelta. Después nos enteraríamos de que fue un error de novato. La noche anterior en el hotel enredando se habían quedado las reductoras puestas y la falta de experiencia de andar con ellas puestas le hizo pensar que el problema se había agravado.

Nos vamos a llenar los depósitos hacia el norte a Tagounite ya que la etapa empieza allí. Por la pista que hemos elegido nos encontramos con un vadeo importante. Jon pasa a la primera pero el agua pasa por encima del capo y le cuesta lo suyo.

Nos recomienda que no lo hagamos, que busquemos un paso alternativo más al sur. Miramos la cartografía cada uno a un lado del río y por la emisora acordamos la posible ruta alternativa. Para poder continuar hay que sacar mi coche porque me he quedado en una crestita de nada que hay antes de entrar al río. No parecía que fuera tan blanda y mira por donde me he atascado hasta las trancas. Con las planchas, la pala y el cherokee tirando lo sacamos a la tercera. Si no me llego a quedar empanzado, para cuando nos dijo que no lo intentásemos ya hubiese estado dentro del agua.

Enlazamos con Jon por otra pista mejor y continuamos con la etapa de grandes hamadas. En un pueblo hacemos la parada habitual en la casa de unos conocidos de Jon y nos invitan a un te y unas verduras calientes. Les damos ropa que llevábamos para regalar.
 

Seguimos con las inmensas hamadas. Pocas veces se puede mantener buena velocidad ya que hay zonas de bañeras o excesivamente bacheadas. Cuando paramos a tomar el te toqué los amortiguadores traseros y estaban hirviendo. Los delanteros estaban a buena temperatura pero para los traseros hay que poner muelles reforzados para evitar que se sobrecarguen. Tener amortiguación preparada para estas zonas es una delicia para sacarles partido.

Justo antes de pasar entre dos zonas de montañas, J. El Meziouida y J. Zireg llegamos a una zona de fango que no se puede cruzar. Los niños de la zona se lo saben y son auténticos niños lapa que están ahí esperando para colgarse del coche. Más al sur Jon encuentra una zona para poder cruzar el oued y continuamos con el rumbo. Salimos del valle por la zona de los arenales de Er Remlia. Arena que parece polvo de tierra o fez fez, hay que dejar mucha distancia con el coche que nos precede para poder ver el camino.

Lo siguiente son las dunas de Ouzina pero es de noche. Jon nos propone cruzarlas. Sólo se pueden pasar en el sentido que vamos nosotros. Pasamos de ello, ahora casi que me arrepiento pero llevábamos muchas aventuras encima como para meternos en otro lío. Continuamos la pista hasta Taouz y allí ya cogemos la carretera hasta Merzouga directos al Atlas du sable de Alí el cojo. Los que iban por carretera no han llegado. Disfrutamos de 3 cubatas (pequeños) de ron que nos metemos entre pecho y espalda. Cenamos y nos vamos para la Haima que tiene Alí al pié de las dunas del Erg Chebbi. Disfrutamos de un fueguecito de campamento hasta que el resto del grupo llega casi a las 2 de la mañana.

ERG CHEBBI

Mientras llegan todos los demás el campamento está tranquilo. Da gusto salir al coche a por algo. La luna está llena y se adivinan muchas de las formas de las dunas, las más grandes que tenemos delante se recortan imponentes en el cielo como si fueran las pirámides de Egipto y perteneciesen a algún faraón, albergando en su interior un algo misterioso que te frena y te empuja a la vez. El silencio fuera de la haima es absoluto y las palmeras cercanas te invitan a reflexionar del lugar en el que estás, como transmitírselo a los que no están aquí y como poderlos traer algún día. Los coches también se ven bien. Del mismo color pálido pero brillante a la vez que da la luna llena y que envuelve e integra todo. Te olvidas de la apariencia habitual de la arena como algo en lo cual te puedes quedar atrapado. En ese momento su textura y color parecen agradables y se convierte en un camino fácil que te atrae. Te tienes que enfriar un poco porque os aseguro que no dan ganas más que de bajar presiones y ponerse a recorrer las dunas de manera frenética. Las luces del coche romperían el encanto pero me quedo con unas ganas terribles de caminar por encima de las dunas. Bueno, algo hay que dejar para la próxima vez.

Mas tarde a lo lejos se ve un coche que está haciendo lo mismo que creo todos teníamos en la cabeza. Miro con el catalejo y creo que es Alí le cojo por el tamaño y posición de los antinieblas que coinciden con los de su Toyota 100. Se paran, se ven los flashes de una cámara y desaparecen entre las dunas.

El resto de la comitiva llega casi a las dos de la mañana con ganas de fiesta. El ron del que habíamos dado buena cuenta hasta ese momento se prepara para ir pasando de mano en mano. Después de hablar con ellos un rato sobre como ha transcurrido el día el sueño me vence y me voy a la tienda. A eso de las 4:30 la pleamar alcohólica comienza a hacer sus efectos y el cachondeo de los que mas ganas de fiesta tenían nos va despertando a todos. Nos hacen una imitación perfecta de según ellos “la berrea en el Gorbea” ayudados por algún elemento cilíndrico del que todavía no hemos tenido noticia. Yo creo que los tuvieron que oír desde el Albergue de Alí, os podéis imaginar que el asilamiento acústico que brindan las telas de la tienda es cero pelotero así que era como tenerlos al lado. Doy fe de que la imitación era realmente buena. Alguna madre de familia les echó un rapapolvo que logró unos segundos de silencio seguidos de unas risitas por lo bajinis con mofletes hinchados, sonidos nasales y guturales. Los siguientes berridos no los podían terminar del descojono que tenían encima. Intervino Jon pero sólo sirvió para que se fuesen unos metros fuera de la Haima y reanudasen allí el concierto. La verdad es que reconozco que yo también me estaba descojonando dentro de la tienda. Algún padre de familia luego no encontraba cual era su tienda. Por la mañana eché en falta un par de cazuelas para haber tocado diana a las 7:00 insistiendo en cada una de las tiendas. A alguno le sobraban calorías y se había dejado la cazadora tirada encima de las alfombras, con el frío que hizo por la noche.

A las 7:30 nos piramos para el albergue para desayunar y descargar los coches de todo lo que no iba a hacer falta. Eso significa TODO salvo algo para comer.

Ya estamos en las dunas, detrás del coche de Jon esperando a que comience el espectáculo, faltan coches que se han retrasado por la resaca supongo pero cuesta retenerse una vez dentro así que empezamos a ensayar los primeros pasos del baile. Hacia delante recto, de lado, subimos por aquí, giramos un poquito, paramos y bajamos por allá, un dos tres un dos tres y volvemos a empezar. La primera subida es larga pero en 4ª reductora la hacemos de coña. Se gana altura poco a poco subiendo y bajando dunas. Las inclinaciones laterales se hacen a base de gas y las usas girando como si fuese un peralte gigante para coger velocidad y subir a otra cresta. Una maravilla. Las dunas de los días anteriores nos habían dado confianza en este terreno pero no deja de sorprender como se desenvuelve el coche con tanta soltura en estas moles de arena. Antes de este viaje no me imaginaba como se podían acometer este tipo de terrenos pero enfrentarte a ellos solo o bien guiado no tiene nada que ver. Mientras vamos ensayando se van uniendo coches poco a poco. El KDJ de Jesús en la primera cuesta fuerte comienza a tirar un humo blanco. ¡Ay madre! que no sea nada pensamos dentro del coche. Le advertimos por la emisora y debe ser porque el día anterior han echado gasoil del normal en vez del 350 al venir de Zagora y cuando acelera fuerte tira ese humo blanco. Cuando ya estamos todos continuamos por las dunas rumbo sur. Nuestra próxima parada será el oasis de Oubira al pié de una duna gigante.
 

Aquí Jon sube a la hoya de la muerte. Si te caes es casi imposible sacar el coche. Yo hago un intento pero otro coche que baja me lo fastidia y no lo intento más veces. La potencia es importantísima para subir pero como veis igual que las manos. Hacemos varios intentos mas pero nadie lo consigue. El terreno está muy batido con rodadas profundas y cuando las cruzas te quedas casi clavado.

Mientras estamos allí Aitor y Parrucho se tiran desde lo alto de la duna, uno con tabla y el otro con esquís que te dejan en el oasis. Después de comer y con el sol bien arriba reanudamos la marcha. La arena está mas blanda pero ya nos da igual, estamos hechos unos fenómenos de las dunas. Nuestro destino es ver otros dos oasis que hay hacia el norte del erg. Y por fin llegamos a la gran duna. Reconozco que estaba algo obsesionado con este momento y que había tratado de imaginármela muchas veces antes de llegar aquí, empleando para ello los comentarios de los que ya habían estado.

El tamaño es considerable y una vez delante vienen las dudas de si subir o no. Primero lo hace Jon del tirón con algún que otro momento de incertidumbre pero llega arriba. Cuando llega arriba le preguntan ¿que tal está la duna? Respuesta: Bien, pero como siempre, acojona un huevo. Después de él subió Eduardo con el Michu gasolina y la potencia es la potencia, porque salvo en las zonas de rodadas subió sin mayor problema. Después me tocaba a mí.
 

Después de pensarlo mucho y analizar la subida...2ª, 3ª y 4ª a fondo cuesta abajo desde donde estamos y para arriba. La cuesta empieza a pesar y antes de que se empiece a morir hay que hacer un cambio muy rápido de 4ª a 3ª para no perder nada de inercia y seguir recto.

Cuando ves que tampoco puede con la 3ª no se puede poner 2ª porque se perdería inercia así que hay que quitarle pendiente al coche. En la zona en la que se ve a Jafo que se empieza a ladear yo tomé otra alternativa, girar a la derecha y recorrer una distancia de lado hasta que comienzas a recuperar la inercia suficiente para girar muy rápido a la izquierda. Cuanto mas tramo recorras de lado mas velocidad coges solo hay que tener cuidado con la inclinación lateral. Con esos dos giros llegué hasta donde se quedó Jafo. De ahí marcha atrás para coger de nuevo inercia y hasta arriba.
 


 

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Conseguido. Pues hasta aquí mi viaje a Marruecos, espero que os haya gustado.

Eduardo San Miguel “Chato”.
Kia Sorento