Libia Los Tres Ergs 2010

 

La fecha es un 6 de Noviembre de 2.010.

Nuestro destino: Libia.

Organizado por Sahara Raids.

 

Los integrantes del viaje somos 12 personas y siete vehículos 4x4. Nuestro objetivo es realizar un recorrido por los tres mares de dunas más grandes de todo libia y atravesarlos por su centro. Los coches de la organización son dos Toyotas HDJ 80 preparados con todo lo necesario para solventar los posibles problemas que puedan surgir durante la ruta. Los organizadores del viaje son David, Agus y Jon.

Puerto de Marsella

En una Toyota Hilux vienen Floren y Cuco. Michael que ya repitió con el club en Mauritania se trae a su Mitsubishi L200. Josemi y David B. vienen con “Rommel” su Patrol GR. Pepin y Josemari vienen en un Jeep Gran Cherokee el cual “promete”, por último y desde Galicia vienen en un Toyota HDJ 80 Maite y Jesús en representación del club Caxide 4x4.

 

Nuestro punto de encuentro es el puerto viejo de Marsella, presentaciones, colocación de distintivos del raid, bromas, saludos, unas cervezas en el bar del ferry y a dormir al camarote. Al día siguiente desembarco, paso de la frontera tunecina y 500 Km. de carretera hasta Matmata donde nos alojamos en un hotel de la localidad.

 

La siguiente jornada 100Km. hasta la frontera Libia. Por el camino algunos coches van faltos de petroleo y llenan de un chiringuito que vendía en bidones (Michael lo lamentará en su L200). Pasamos la frontera y nos encontramos con nuestro viejo amigo Abdulkarim, es nuestro policía turístico y ya vino con nosotros en el 2.008. Es un buen tipo que siempre esta dispuesto a ayudar con una sonrisa en los labios. Ponemos rumbo a la capital: Trípoli. Visita a la plaza verde, tés, cervezas sin alcohol y cena “occidental” en el hotel.

 

El segundo día lo pasamos visitando la medina y el museo de la Yamahiriya, más de uno aprovecha para comprar el libro Verde de Gadafi escrito al castellano, no tiene desperdicio os lo recomiendo. Por la tarde nos dirigimos a Leptis Magna, por el camino Michael nos informa de que su Mitsu no va bien, apenas alcanza los 90 Km/h. Llegamos como podemos al hotel y mientras tres coches se van a visitar las ruinas de la ciudad romana, Michael junto con Agus se dedican a desmontar y vaciar de gasóleo el deposito de la L200. Cambian el filtro y limpian las mangueras, vuelven a montarlo todo y... “voila” la Mitsu vuelve a funcionar como un tiro!

Leptis Magna

 

Madrugamos como condenados y a las 4:30 de la mañana ya estamos rodando por el asfalto libio en dirección al oasis de Jalu a más de 1.000 Km. de distancia. Al anochecer llegamos al Gran Mar de arena. Montamos las tiendas y cenamos. La ventura ha comenzado.

Gran Mar de arena

 

Nos despertamos a las 6:15 de la mañana. Todavía es de noche y para el amanecer ya estamos en marcha. Jesús con su 80 y Floren con la Toyota Pick up tienen experiencia en abrir camino por las dunas y la organización les cede la 1ª posición. Van turnándose y abriendo camino por este mar de arena. El paisaje es esplendido aunque la dificultad técnica en cuanto a conducción no es muy grande.

 

El HDJ 80 de Jesús rompe un latiguillo de freno y tiene que hacer dunas sin frenos. En este día nos enteramos que el Gran Cherokee viene con el eje doblado ya desde España, la cosa promete... Acampamos y David junto con Agus realizan una reparación de emergencia del latiguillo, lo dejan como nuevo! Y de postre enllantan una rueda con una explosión de gasolina, como les gusta el espectáculo!

 

Después de 500 Km. dentro del Gran Mar de arena llegamos a la carretera que lleva a Khufra, allí nos desviamos en rumbo oeste hacia el oasis de Tazerbo, donde nos reagrupamos. Repostamos combustible y alimentos, poniendo acto seguido rumbo al desierto, donde acampamos.

 

El día siguiente conseguimos llegar al espectacular volcán de Waw an Namous, el cual se encuentra hundido en medio de una imponente hamada. Durante dos horas la gente se pierde por el cono volcánico explorando sus lagos de diferentes colores, la caldera y sus rocas negras.

Volcán de Waw an Namous

 

Por la tarde ponemos rumbo hacia el albergue de Waw al Kebir, donde pasaremos la noche. Se nos hace de noche en la pista y eso parece que no le hace gracia a la Toyota de Floren, por lo que decide pararse de buenas a primeras... y no hay tu tía... que no arranca! El grupo se divide en dos: por un lado Agus y Jon se encargan de eslingar la Toyota y Josemi con “Rommel” se ocupan de darles apoyo. Por otro lado, el resto de coches con David a la cabeza se encargan de ir más ligeros e ir preparando el recibimiento en el albergue. Después de dos horas de eslingue llegamos al albergue. Al “constipado” de la Toyota de Floren se le une que al 80 de Jesús no le entran las marchas, más de uno empieza a pensar que el viaje acaba de empezar y ya se le ha acabado... La avería de la Hilux tiene mala pinta y no se consigue encontrar el problema. Jesús por otro lado tiene más suerte y junto con Agus dan con el problema: una arandela en mal estado no permitía la inserción de las marchas. Se cambia y arreglado.

 

A la mañana siguiente, mientras todos duermen plácidamente, el equipo de Sahara Raids se enfrenta a la “Toyota rebelde” de Floren. En menos de 15 minutos de batalla campal la propinan un brutal KO técnico a la pick up japonesa, la cual termina por arrancar con bríos renovados. Al rato aparece su propietario con cara de haber pasado una noche “torera” pensando en que se iba para Zaragoza en grúa y sin ver Libia,y cual es su sorpresa al arrancarla con total facilidad!!!

 

Erg Murzuk

 

Ponemos rumbo hacia el erg Murzuk, las míticas dunas gigantes de Libia. Después de más de 150 Km. de pistas de todo tipo llegamos a una larguísima lengua de arena de más de 200 Km. que nos acerca hasta el pueblo de Murzuk, a 15 escasos Km. instalamos nuestro campamento. Abdul y yo cogemos el coche de Agus y aprovechamos para ir a sellar los pasaportes a la comisaria de Murzuk.

 

En la jornada venidera entramos en el pueblo y nos abastecemos de todo lo necesario para los próximos 5 días que serán de dunas y desiertos, más de 800 Km. de soledad. Nuestro objetivo será cruzar el erg Murzuk por el centro, salir por el paso de Anaï, atravesar el erg Wan Kassa y visitar el Akakus para finalmente llegar a Al Wainat. Al adentrarnos en las primeras dunas del Murzuk nos damos cuenta que el Gran Cherokee pierde aceite del diferencial delantero...

Erg Murzuk

 

Tardamos dos días y medio en cruzar el erg Murzuk, dunas enormes, valles colosales, paisajes en definitiva que te dejan con la boca abierta. Ascendemos dunas como montañas que nos permiten hacer bajadas impresionantes.

 

Sorteamos enormes ollas que justo consiguen ascender nuestros 4x4. La emoción es permanente. Cuando no queda más remedio cresteamos las dunas, un fallo por exceso de velocidad al realizar la maniobra puede ser un desastre. Un salto, un mal golpe, puede generar una avería y dar al traste con el viaje. Hay que ir con cuidado y preservar la mecánica ya que estamos a cientos de kilómetros de la civilización.

 

Todos los pilotos ya han conducido en dunas y saben donde están y lo que se juegan. Es un desafío al desierto, una lucha contra uno mismo para dominarse y conseguir que su vehículo rebase los obstáculos que el Murzuk pone a su paso.

   

 

Este erg es uno de los más técnicos y complicados de todo el Sahara, es la 1ª división de la conducción en dunas. Después de más de 300 Km. de dunas colosales llegamos a su fin: el paso de Anaï.

Paso de Anai

 

Anaï nos abre el camino a una gran hamada, la cual atravesamos, para instalar nuestro campamento en un pequeño erg libio: el erg Wan Kassa. Este erg apenas es nombrado y valorado en este país, ya que en el mapa parece pequeño. Por el contrario nos damos cuenta de que si estuviera en Marruecos, el erg Chebbi sería una pequeña cagolita a su lado. Sus dunas enormes impresionan al verlas y disfrutamos sorteando sus dunas mientras ponemos rumbo hacia el desierto de rocas y arena del Akakus.

Desierto del Akakus

 

Una vez en el Akakus rodamos por este desierto laberíntico disfrutando a cada paso de sus curiosas formaciones rocosas. Vamos bien de tiempo y la gente se divide en grupos para observar como el viento y el agua a lo largo de miles de años han ido esculpiendo en la roca caprichosas formas.

  

Akakus                                                                   Arco de Fozzigiaren

 

Nos reagrupamos a mediodía en el majestuoso arco de Fozzigiarem, donde descansamos a la sombra de su arcada. Después de comer paramos en un pozo donde reponemos el agua de nuestras mermadas reservas. La acampada en el Akakus se traduce en una corta y potente tormenta de arena que provoca que nuestras tiendas salgan volando por el aire. La tienda de Floren y Cuco no la recuperarían hasta el día siguiente...

Pata de elefante

 

Visitamos la “pata de elefante” para acto seguido poner rumbo hacia Al Wainat. En esta pequeña población repostamos y nos alojamos en un camping. Josemari nos prepara de cena un cordero con patatas “a la guipuzcoana” para chuparnos los dedos. El Gran Cherokee sigue perdiendo valvulina del eje y ahora también pierde liquido de dirección, la perdida de fluidos es importante y nos preguntamos si podrá finalizar el viaje...

Agus y su HDJ 80 en las dunas de Murzuk

 

Por el paso de Tilemsin nos dirigimos hacia Mathendousc por la pista norte que bordea el erg Murzuk. Antes del anochecer nos internamos en el erg, hacemos unas dunas gigantes y en una muy cómoda olla instalamos el campamento. El lugar es privilegiado y desde sus alrededores se divisan unas vistas increíbles del Murzuk.

Erg Murzuk

 

A primera hora de la mañana visitamos los grabados rupestres de Mathendousc, los últimos kilómetros son duros ya que son pistas de piedras de tamaño considerable. El oued donde estan los grabados nos permite disfrutar de estas imágenes en piedra tan antiguas como el tiempo. Finalizada la visita por una pista rápida llegamos a carretera. Una vez en Germa nos dirigimos a un camping cercano donde nos alojamos, estamos a los pies del erg Awbari, nuestro próximo y último desafío.

Lago Um el Má

 

El primer día discurre visitando los oasis/lagos del erg Dawada. Los más reseñables el Um el Má y el Gabraoum, en este último hacemos una parada para tomar un té y descansar un rato.

Lago Gabraoum

 

Haciendo dunas la pick up de Michael sufre un pequeño incidente y arranca la moldura de la aleta izquierda. Por otro lado la Toyota de Floren pega una morrada interesante en la bajada de una duna con mucha inclinación. A mediodia comemos en el último de los lagos a visitar, el Toruna.

Erg Awbari

 

Vamos cruzando cordilleras de dunas en dirección noroeste hasta que a eso de las 5 de la tarde acampamos en una olla. Con el campamento ya instalado y todos relajados oímos como se acerca un coche. Al rato aparece un toyota gasolina todo destartalado con tres libios a bordo. Andan un poco perdidos, han visto nuestras rodadas y las han seguido. Quieren ir a Idri, les orientamos como podemos y se despiden de nosotros, ellos solitos y su 4x4 hecho polvo.

Erg Awbari

 

En el segundo día cruzamos el centro del erg Awbari, pensábamos que iba a ser complicado pero nos sorprende que en esta zona es muy sencillo, tan sencillo que al cabo de la jornada nos quedamos a tan solo 65 kilómetros del final del erg.

 

Erg Awbari

 

Tras este día nos queda claro que la zona oeste del Awbari es sin duda la más complicada y difícil de todo el erg. El Gran Cherokee a pesar de dejar fluidos por todos los desiertos libicos, al final lo ha conseguido y no ha perecido en el intento, ¡Aupa Josemari!!!

 

Vamos tan bien de tiempo que llegamos a Derj a primera hora de la tarde y nos decidimos a ir a Ghadames ya que vamos sobrados de tiempo. Nos alojamos en un hotel de la localidad. A la mañana siguiente visitamos su medina, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Nos perdemos entre sus callejones y recovecos imaginándonos como sería la vida en este lugar hace cientos de años. A las doce del mediodía ponemos rumbo hacia el norte, a Sabratha el pueblo de Abdul.

  

Ghadames

Es nuestro último día en Libia, pronto por la mañana visitamos las ruinas romanas que dan nombre al pueblo. Paseamos tranquilamente por sus calles en ruinas ya que somos sus únicos visitantes. Es increíble lo bien conservado que se encuentran sus ruinas si pensamos que estas tienen 2.000 años de antigüedad.

Ruinas de Sabratha

 

Ponemos rumbo a la frontera, pasaportes, devolución de las matriculas libias, despedida de Abdul, carretera hasta el hotel de Matmata, y desandando de nuevo el camino realizado, ferry, Marsella, despedida del grupo, carreteras, autopistas y de vuelta a la rutina diaria...

Una aventura ha finalizado con éxito, hemos cumplido con creces lo que nos habíamos propuesto. Tanto organización como participantes hemos sabido resolver los problemas en equipo y hemos descubierto un desierto libio que nos ha abierto sus puertas. Regresamos a casa con la satisfacción de haber superado un nuevo reto. Felicidades y enhorabuena a todos los integrantes de este RAID LOS TRES ERGS 2,010.

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Jon Rodríguez.

Toyota Land Cruiser KDJ90