Marruecos Semana Santa 2009

 

03 /04 Hernani – Algeciras (1.200 Km)

Un año mas nuestros esfuerzos se ven recompensados y podemos volver a Marruecos.

Esta vez con doble aliciente: nos hace mucha ilusión viajar con los niños y lo mejor de todo es que a ellos también. Las chicas me han dejado sola en esta aventura a la que se han apuntado además de nosotros: Suko con Yuyo (un colega del currelo), Juarman con Charly, y Cajuma con Gus. Como la primera vez, volvemos con Jon y David que esta vez viene con Gemma y sus chicas. En total seremos 14 coches y uno mas que se nos unirá en Ouarzazate. Tenemos todo preparado, no es tanto como imaginábamos y por fin el día 3 de abril arrancamos a las 6:45 con la puntualidad que nos caracteriza y ponemos rumbo a Algeciras, nuestra primera etapa.

 

De Hernani pasamos por Vitoria y de allí a Burgos donde hemos quedado con Suko, Yuyo y Gustavo. Este último nos da la gran noticia del día: el coche de Cajuma esta en la grúa con destino el taller. Parece que tienen que cambiarle algún rodamiento del alternador y terminaran hacia el medio día, así que, no hay prisa. De todos modos, hacia las 11:30 ya estamos allí y tomamos un tentempié con Caju que está de los nervios. A la vuelta ya esta arreglado el coche y por fin nos vamos hacia Algeciras. Al llegar, prácticamente ya estaban todos en el Hotel Las Camelias de Torreguadiaro, Jon y Rubén, Javier y Miren , Agus con la familia de Juancar, Eder y Eneko, David con Gemma y sus chicas: Gemma Júnior y Agnes, Javier (Geo Nova), Luís, Josemi y Amaya, Mario con Bea y Ruth, José Mª con Begoña (la mujer de Juancar) y por supuesto Juarman y Charly. Después de cenar vamos a dormir. Ha sido una larga jornada y mañana a las 5:30 todos en pie para coger el ferry de las 07:00 y cruzar la frontera a primera hora.

 

04/04   Algeciras- Khenifra (436 Km.)

Como siempre, somos todos puntuales y arrancamos a las 5:45. El ferry lo cogemos sin problemas, aunque ya hay muchísimos coches para pasar, algunas autocaravanas y la mayoría 4x4, me parece que este año va a ser una romería….

 

El barco tarda en salir por que una autocaravana no ha entrado y tiene que esperar al siguiente barco que es dentro de 4 horas. El tío esta cabreado y hace una sentada en las amarras hasta que llega la Guardia Civil para retirarlo. Finalmente partimos. El mar parece tranquilo. Asier y Maider están muy nerviosos, nunca han hecho una travesía en barco y saben además que están saliendo a otro continente, lo cual les produce una extraña sensación.

 

Después de repostar en la gasolinera de siempre vamos a toda pastilla a la frontera donde ya hay una cola de mil demonios. Rellenamos todos los formularios y nos armamos de paciencia por que los funcionarios de la frontera siguen anclados en el siglo XIX. Hay 300 policías mirando pero no curran más que 3. Como algunos van mas retrasados, los que hemos acabado antes salimos con un guía y un mecánico hacia Khenifra y el resto se quedan con los otros 2 coches de la organización.

 

Hay bastante tráfico, debe ser por que es sábado. Nos metemos en pleno Tetouan y damos un rodeo por toda la ciudad. El segundo grupo nos adelanta porque se mete en la autopista mientras nosotros seguimos por la nacional hacia Meknes. Antes dejamos atrás Chefchaouen que en esta época y suponemos por las lluvias esta rodeada de paisajes verdes, la visitaremos a la vuelta. Las cumbres de las montañas están nevadas y aunque hace sol, el airecillo es fresco. Los montes de Ketama están preciosos contrastados con el azul del cielo. Maider y Asier se quejan, este no es el Marruecos que les hemos “pintado”, pero les decimos que todo se andará.

 

Después de Meknes, que es importante por sus vinos (los únicos de Marruecos ya que ellos no pueden beber alcohol), vamos hacia M´rit donde llegamos hacia las 16:30. Toda la gente está en la calle y tenemos que ir con mucho cuidado. Finalmente hacemos el último tramo hasta Khenifra pasando por campos de cereal cultivado con un manto de flores lilas que nos llama la atención y nos alojamos en el hotel Atlas Zayanne. Ya lo conocemos de la otra vez y en la cena vuelven a hacer un poco lo que quieren, pero la verdad que el hotel esta muy bien y las habitaciones son muy confortables.

 

05/04   Khenifra- Ouarzazate (418 Km)

Para las 07:00 ya estamos todos desayunando. Arrancamos prontito porque esta etapa seguro que va a ser larga. Tenemos algunos kilómetros de carretera pero también hay pista. Vamos a ver algo nuevo: Las Gargantas del Dades. Nos vamos acercando al Atlas y a los montes nevados. Antes de llegar a Dades tenemos que pasar por los lagos de Imichil y en el camino vamos viendo otras lagunas que no aparecen como tales en el mapa. Parece que son zonas que se anegan de vez en cuando pero en estos momentos son campos de cultivo inundados. Hay muchísima agua en el campo y es que sabemos que hace una semana tuvieron inundaciones. Pasamos por algunas zonas que supuestamente habíamos conocido en el viaje anterior pero no lo recordamos. Hay un pueblecito en la montaña muy peculiar que se llama Aghbala y de ahí bajamos a los lagos donde hacemos una parada para “repostar” y hacer las fotos de rigor. Después nos vamos a tomar un te al propio pueblo de Imichil donde hay un hotelito muy majo que no debe ser nada caro. Tomamos nota para otro viaje.

 

 

Desde Imichil vamos acercándonos a las gargantas. Poco a poco vamos ganando altura y los campos cultivados van quedando atrás. El paisaje se vuelve más abrupto y ya solo es tierra oscura con algunos matojos. En el camino vamos pasando gente que va a caballo y en burro, otros andando y bastantes niños al cuidado de los rebaños. Después de una curva vemos a un vejete (de edad indeterminada) correr por la carretera detrás de una mula cargada de leña. Tras otra curva vemos a la mula caída en la cuneta. Ha debido de hacer un trompo con el asfalto y se ha dado de lleno con el montón de tierra que había en la orilla de la calzada. Todos paramos y ayudamos al buen hombre a descargar la leña de la mula para que ésta se levante. La mula esta bastante nerviosa y tenemos miedo de que nos cocee pero el dueño la conoce bien y conseguimos hacer que se alce sobre sus patas. El nos da las gracias, y nos dice que continuemos.

 

Volvemos a retomar la pista hacia las gargantas y nos equivocamos por no estar atentos al track. Por el camino que vamos no llegamos a ningún sitio y tenemos que dar la vuelta. Organizamos un pequeño caos entre los que van y los que vienen porque el camino es estrecho y al final todos damos la vuelta. Josemari que va el primero y sin emisora comienza a bajar y no nos da tiempo ni manera de decirle que va por el camino equivocado. Agus (que es uno de los mecánicos) sale en su busca y los demás seguimos el camino cuesta arriba. En una de las subidas nos desviamos de la rodera y nos metemos en el campo que estaba lleno de agua. Un dedo de barro nos deja las ruedas lisas y nos quedamos atrapados. Finalmente conseguimos salir marcha atrás. Suko lo intenta y le pasa lo mismo pero el se engancha del todo y tenemos que tirar de él hacia atrás. Una vez fuera no se da cuenta de que Juan sigue detrás y se choca contra él, afortunadamente no lleva el winch y no rompe nada. El parachoques de Juan se ha quedado algo hundido pero no se ha roto. De nuevo vemos otro burro que al orillarse se cae (hoy es el día de los burros, mulas y otros bichos… no se como va a acabar esto). El pobre animal llevaba muchísima carga y además al estar desnivelado el terreno ha perdido el equilibrio. Una vez más, ayudamos, en este caso, a la chica que llevaba el animal a recolocar al burro en su posición original. Después de varios kilómetros pista arriba los primeros del grupo llegan a un nevero que está en el camino y no se puede pasar. Nos avisan y tenemos que tomar la pista que esta a menos altura para salvar el nevero.

 

 

Cuando llegamos arriba, casi a 3.000mts de altura, el espectáculo del Dades es impresionante. La garganta se cierra bastante y es difícil ver el curso del río. Desde cualquier punto solo ves el canal que tienes bajo tus pies, y el resto una huella profunda en la montaña. A pesar de la altura y como en casi todos los sitios en Marruecos, aparece gente, si no son pastores, son aldeanos que van de un lugar a otro, pero nunca estas solo. Vamos bordeando la montaña y comenzamos el descenso donde en una planicie hacemos nuestra segunda comida. En una bajada con muchas piedras Suko avisa por radio que ha reventado una rueda (definitivamente hoy no es su día). Agus se queda con él para cambiarla con Mario que va detrás. Parece ser que él también nota algo raro en el coche. Después de reagruparnos para comer miran el coche de Mario y tiene un soporte del amortiguador roto. Suerte que lleva otro dentro y solo son 5min en cambiárselo.

 

Mientras algunos acaban de comer, y teniendo en cuentan que somos 15 coches, 8 de nosotros avanzamos con Javier Gurtubai de guía y Agus de mecánico. Poco a poco nos vamos conociendo todos, pero es que somos 36 y con algunos todavía no hemos mantenido una conversación.

 

  

 

Javier nos avisa que en breve acabaremos la pista y llegaremos a la carretera, pero que es entonces cuando la garganta se pone mas interesante y se aprecia mejor. Como buen conocedor de la zona, efectivamente el paso de la garganta es mucho más bonito desde esta zona ya que permite ver su retorcido recorrido. Después en una bajada pasamos entre dos paredes que recuerdan a las del Todra pero tenemos que reconocer que esta nos ha impresionado más. Ya es casi de noche y todavía nos quedan más de 100 km. hasta Ouarzazate. Estamos todos muy cansados, es una etapa muy larga pero merece la pena. Completamente de noche llegamos a Ouarzazate (le hemos dado caña por la carretera y eso que es muy peligroso conducir en la oscuridad de este país ya que anda mucha gente por los arcenes sin luz ni distintivos). Lo primero que hacemos es cenar, después reparten las habitaciones. Los niños y una misma se retiran ya que el día siguiente también va a ser largo y no sabemos lo que nos vamos a encontrar.

 

06-04 Ouarzazate – Erg Chegaga (340 km)

Dejamos Ourzazate con un día nublado. Primero repostamos y luego vamos hacia Zagora por carretera. Parece ser que la pista que en un principio íbamos a tomar hacia el Iriki esta inundada y no es transitable, así que cambiamos algo el recorrido. El camino transcurre por el valle de Draa. El río lleva bastante agua, más de lo esperado y hay mucha vegetación. Las nubes van escampando y el cielo esta ahora despejado. Tenemos 25º. Por carretera circulan bastantes bicis y peatones, casi todos niños que van o vienen del colegio. Hemos llegado a Zagora y nos hemos hecho la foto en el cartel de la ruta a Tombuctou. A nuestra llegada han acudido unos chavales a vendernos los coches que hacen con madera de palma. La vez pasada no nos llevamos ninguno, pero esta vez Asier ha picado con un Toyota KXR amarillo. También ha venido Mohammed, el del taller mecánico que el año anterior arreglo el aire acondicionado de Jolamu e intentó hacer algo con el coche de Suko. Nos ha comentado que el Iriki esta abierto, así que volvemos al plan original. Por una pista llegamos a comer a Foum-Zguid donde  todos tenemos que repostar para atravesar las dunas con los depósitos llenos… nunca se sabe.

 

En Foum-Zguid no solo comemos sino que tenemos suerte y hacemos algo de shopping. Después del ágape seguimos hacia el lago. La pista esta aun mas rota que de costumbre. Por fin entramos en la pista buena y nos paramos a otear el horizonte. De momento esta duro, pero la capa superior parece chocolate laminado y cruje bajo nuestras rodadas. A lo lejos se ven manchas mas oscuras que nos indican que el terreno esta húmedo. Jon nos dice que en cuanto toquemos barro paremos y reculemos sobre nuestras huellas, puede ser peligroso. Vamos algo dispersos y en varias direcciones. En la nuestra nos dicen que tenemos que girar hacia el norte ya que hacia el centro hay barro. En una de las cruzadas por nuestra izquierda avisamos a Suko que la pista esta algo oscura pero no le da tiempo a reaccionar y se mete de lleno en el barro. Por la radio oímos que David también está atrapado. Los que estamos mas cerca de Suko lo sacamos a empujones. David nos dice que va saliendo poco a poco y nos alcanzará. Tenemos que ir todavía más al norte para coger altura y salvar el agua. Dejamos el lago a la derecha y lo bordeamos para llegar a las dunas. A ver si hay suerte.

 

Nos vamos a quedar sin ver el árbol del centro del Iriki. Después de una loma vemos asombrados la orilla del lago, esta vez con agua. Parece que oímos al fondo las risas del Dragón que no nos ha dejado cruzar su territorio. El lago es aparentemente salado por que en las zonas que ya no queda agua hay manchas blancas que suponemos son de sal. Bordeamos la orilla confiando no encontrarnos más zonas anegadas que no nos hagan deshacer el camino andado. El sol esta bajando y no queremos montar el campamento de noche. Finalmente llegamos al cordón de dunas y Jon se adelanta para buscar una zona donde entremos todos. Después de bajar presiones le seguimos y nos situamos. La hoguera comienza a hechizarnos y nos ayuda a eliminar el stress acumulado durante el día.

 

Como es habitual la noche del desierto invita a una larga velada. Desde las 7:00 que oscurece, hasta casi la 1 de la mañana rememoramos otras acampadas y a alguno incluso se le ha ido el pedo al recordar su hazaña de “En busca del grupo perdido tras una larga y placida meada”. Otros, después de varias copas comienzan a hablar catalán…(no se que relación tiene ese idioma y el alcohol). Poco a poco el grupo fue disminuyendo y dejamos solo al fuego que nos va a acompañar toda la noche. Todavía creemos oír a lo lejos la risa del dragón del Iriki, pero el lago seguirá aquí y otra vez será.

 

07- 04 Erg Chegaga – M’ahmid (75 km)

A las 06:00 nos ha despertado el amanecer y la claridad del día, aparte de la música del coche de alguien. Todos puntuales nos hemos levantado y comenzamos a recoger el campamento. Menuda escombrera hemos preparado en una noche. Nos han dividido en 2 grupos y comenzamos la travesía de 20km. Parece poco, pero podemos tardar media mañana. Nada mas comenzar, José Mª se da cuenta de que tiene pinchada una rueda. A los 100 mts. tiene otro pinchazo y luego un desllante.  David se encarga de arreglar los desaguisados. Después, al poco tiempo, Suko también desllanta y tenemos que volver a parar. Por otra parte, en algunas subidas Luís se queda algo corto y tiene que recular para tomar inercia lo cual nos hace retrasarnos. Jon nos agrupa a todos y nos da cuatro nociones de lo que tenemos y no tenemos que hacer para recuperar el ritmo y parece que dan resultado. Por la radio también oímos que en el otro grupo Javier (GeoNova) ha roto la tracción trasera y salen de las dunas por la pista que las rodea.. Hemos quedado en juntarnos en el Oasis Sagrado para comer.

 

Nosotros seguimos poco a poco y finalmente lo conseguimos: hemos vuelto a cruzar el Erg. Para Charly, Cajuma , Gustavo, Maider y Asier es un gran momento. También nos comenta David que es su primera vez, ya que en anteriores ocasiones siempre tiene que abandonar por avería de alguien.

 

Después de comer en el Oasis Sagrado acompañados de una fuerte tormenta de arena seguimos hacia el hotel, estamos todos cansados. Realmente solo nos separan 40 km pero no somos conscientes de lo que se nos avecina. Si el Iriki tenia agua, deberíamos de haber supuesto que la pista que nos iba a llevar a M’hamid iba a estar desviada, además teníamos el problema de la tormenta que no nos permitía ninguna visibilidad. Decidimos ir muy agrupados para no perdernos ya que por momentos no vemos ni siquiera el capo del coche. Gustavo y Cajuma que van con las ventanillas abiertas por que no tienen aire acondicionado dicen que tienen mas polvo dentro del coche que fuera. Pero es que además estamos a 41º. Vamos haciendo varios giros buscando la pista principal que nos lleve directamente pero resulta imposible encontrarla. Finalmente vamos a rumbo ya que los waypoints nos desvían en vez de acercarnos de nuestro destino. Después de casi 2 horas llegamos al hotel. La tormenta sigue pero decidimos ir a tomar unas cervezas y un baño en la piscina del Tabarkat. Los dueños como siempre súper amables nos facilitan la entrada y disfrutamos de su hospitalidad. Luego volvemos a cenar a nuestro hotel, el Azalay y pronto nos vamos todos a dormir.. Las jornadas son muy largas y estamos todos con mucho sueño. Mañana volveremos a dormir en dunas y seguro que otra vez dormimos poco, así que mejor recargamos pilas.

 

08- 04 M’hamid – Dunas de Ouzina

Ayer nos fuimos todos temprano a la cama, había que aprovecharla, hoy dormimos en el desierto de nuevo. Como siempre, amanecemos ya con todo cargado antes de que salga el sol. Salimos en el primer grupo rumbo a Tagounite para repostar, limpiar filtros, comprar pan y agua y enllantar la rueda de José M. El segundo grupo se queda atrás por que tienen que ir a buscar el Wrangler de Javier (Geo Nova) y de Berto que están en el taller. Al final Javier tenia rotos los tornillos de la corona del diferencial trasero y el Runner el guardapolvos de la homocinética.

 

 

Por el plateau Jbel Hssaain Ou Brahim, todavía quedan charcos de agua. Cada vez nos damos mas cuenta de que han tenido un terrible temporal. Repostamos, nos metemos en la pista y llegamos a un punto que tenemos que vadear el río. Hay bastante caudal y lo peor es que no vemos clara la salida ya que esta roto y hay fuertes escalones. Vamos en busca del mejor paso y al final Agus vadea y nos hace un buen surco en un escalón. Poco a poco vamos pasando y el escalón va siendo cada vez más pequeño pero la arena se queda muy batida y algunos hacemos un par de intentos. Al final todos arriba, retomamos la pista por una hamada muy extensa que va cambiando de color. La pista esta muy rota y los amortiguadores van sufriendo. Rodamos por la pista prohibida que hace frontera con Argelia. Le llaman así porque se la disputan entre ambos países y a veces no esta permitida la circulación. En un control nos piden los papeles, y algo más; Jon les da algo de ropa y un puro y seguimos el camino.

 

La pista va por un valle y al subir la montaña tenemos una vista increíble de la larga extensión, después de unas fotos y algo de picoteo seguimos botando. Cajuma empieza a notar que sus amortiguadores sufren bastante mas que los nuestros y decidimos bajar el ritmo Un año mas tenemos que ir a ritmo Mitsubishi, es nuestro sino.

 

 

Los demás nos han adelantado, solo quedan el guía y el mecánico, y poco a poco avanzamos hasta nuestro punto de reunión en el albergue Marabout. En un pedregal Suko ve una rueda que parece mas nueva que las demás y oímos a Luís que anda algo perdido unos km antes del albergue. La rueda tiene su soporte y deducimos que Agustín, que nos ha pasado a toda pastilla, la ha debido de perder. Recogemos a Luís y oímos a Agus que dice por la radio que vuelve sus rodadas para buscar la rueda y el soporte. Le damos una alegría cuando le informamos que la rueda va en la baca de Juarman junto con el soporte, pero los tornillos tendrán que ser nuevos.

 

En el albergue comemos de lo nuestro y nos sacan las bebidas y los tés. La verdad que esta petado, poco a poco van llegando otros grupos y los Mohammeds no dan abasto.

 

A partir de aquí solo nos queda una recta de 50 km, para llegar al siguiente waypoint, a ver lo que nos cuesta hacerla. En Remlia que esta al final de esta pista y antes de llegar a las dunas de Ouzina nos dejan encabezar la pista de arena y vamos gozando ya que no tenemos nada de polvo. Al llegar al comienzo de Ouzina paramos para el habitual deshinchado de ruedas y tras un par de cordones de dunas encontramos una zona de acampada. Empezamos a montar las tiendas, mesas y el lugar de la fogata. Es temprano y después de instalarnos nos da tiempo de ver la puesta de sol y la luna casi llena sobre las dunas. También nos da tiempo de hacer una bajada por la duna en plásticos pero solo consigue avanzar Suko que se tira rodando sobre su cuerpo, al final del trayecto no se puede levantar del mareo que tiene. Los críos están jugando a fútbol y luego se dedican a subir por las dunas que nos rodean. Hoy van a dormir como reyes. La cena, la tertulia y las copas alrededor de la fogata son ya una obligación y luego la retirada va siendo discreta quedando al final los mismos de siempre.

 

09-04 Dunas de Ouzina – Merzouga (57 Km.)

Como siempre nos despertamos con el amanecer, acompañados del “Macho man” de los Village People que nos ha puesto Jon. Ya tenemos la práctica de la acampada anterior y recogemos enseguida. Tras el desayuno salimos todos a la vez porque Jon nos quiere dar una clase práctica. Lamentablemente somos un montón y el recorrido se hace algo largo. Hacemos unas cuantas bajadas fuertes, alguna subida e incluso una lateral pero al ser tantos coches la arena queda muy batida y no siempre pasamos todos por el mismo sitio.

 

El Gran Cherokee va desllantando cada dos por tres y están pensando en sacarlo de las dunas. Realmente no es que se le salga la rueda, sino que pierde el aire en los giros. Finalmente Agus se pone en cabeza y atravesamos las dunas sin problemas. Solo al principio son dunas fuertes, después son mucho más suaves e incluso nosotros nos atrevemos a jugar un poco, tanto que nos quedamos Suko, Juarman y nosotros perdiendonos del grupo de cabeza. Menos mal que llevamos el punto de encuentro y nos encontraremos sin problemas. Después de un tiempo prudente, salimos a la pista e hinchamos las ruedas para no pinchar. En frente tenemos la pista y vemos que va Jon con Josemari. Ellos se paran junto a un edifico de barro y nos esperan ya que la pista a Merzouga comienza por esa zona.  

 

A la entrada de Merzouga las palmeras están aun sumergidas en el agua, y hay roderas pronunciadas de barro ya seco. A decir verdad, resulta incomprensible que una zona tan visitada y con tantos hoteles no tenga una infraestructura algo más sofisticada. Todos los edificios son iguales y no se distinguen las calles principales, los tendidos eléctricos son muy antiguos y no hay aceras ni limitaciones para coches o peatones,  además todos circulamos en el sentido que queremos. Estamos en la entrada del Erg Chebbi y hay por lo menos 5 veces la población normal en este pueblo ya que los hoteles están a tope.

 

Después del bañito en el hotel Tombuctou y la comida en el buffet descansamos un poco. Un grupo se va a las dunas a practicar y otros nos vamos al albergue de Ali el Cojo y a hacer algo de compras. El Albergue esta también petado pero la tienda no tiene casi nada. Después, David, Gemma y nosotros nos vamos de compras a Merzouga y ya dormimos mas “realizadas”. Al regreso del grupo de las dunas nos dicen que la arena esta bastante dura. Han hecho un recorrido muy bonito y algunos (solo los Toyotas) han conseguido subir a la Olla de la Muerte. Mañana volveremos a pasar por esos lares, a ver como se nos da a los demás.

 

 

10-04 Merzouga – Erfoud (103 Km.)

Somos una tropa para desayunar, es normal, casi todos vamos a hacer lo mismo y tenemos las mismas ideas de viaje. Salimos zumbando para bajar las presiones como de costumbre y enfilamos hacia las dunas. El desierto es como el mar: nunca es igual. En un océano de dunas con el cielo grisáceo caen las primeras gotas. Hay algún claro y se filtran los rayos del sol a través de los agujeros que dejan las nubes.

 

 

En otros sitios con el cielo más negro las dunas tienen un color marrón más oscuro. Serpenteando vamos recorriendo el desierto. Asier va delante y la va gozando. Jon nos ha dejado en la base de la Gran Duna. El la sube y nos indica el camino a seguir., Todos los coches no tienen potencia suficiente para cumplir la misión y de momento solo prefiere que lo intenten los Toyotas. El primero en seguirle es Antonio y después el Wrangler que a base de insistir ha llegado a la cima. Juan se anima y para nuestra sorpresa Maider y Asier se montan en el coche a toda pastilla para acompañar a su padre, Yo me quedo mordiéndome los nudillos y hecha un manojo de nervios. Desde abajo la inclinación es muy importante y en cualquier giro lateral parece que se van a caer rodando. En el primer intento se queda en el camino ya que unos hierbajos tipo hierba de camello le hacen botar y pierden fuerza. En un segundo intento consiguen subir casi hasta arriba pero pierde potencia y tienen que hacer un zigzag para coger velocidad. Tras un segundo giro ganan altura y consiguen llegar a su destino. Todo esto desde la base de la Gran Duna se hace interminable y peligrosísimo, después, al bajar nos cuentan que subiendo no parece tanto y las inclinaciones no son tan fuertes como nos parecían a nosotros.

 

 

De cualquier manera, después de Juan han subido casi todos, incluso el Cherokee de Mario que ha zigzagueado continuamente pero lo ha conseguido siguiendo la estela del 4Runner de Berto. En el último momento Juarman lo ha intentado, y a pesar de que había 3 burros que corrían gran peligro en su camino, ha conseguido esquivarlos y también ha llegado a la cima con Charly y Gus. Por otra parte, esta lloviendo. Resulta pintoresco estar mojándote en el desierto…

 

Tras estas emociones seguimos el camino hacia el Oasis de Oubira donde vamos a comer, al estar cerca de la entrada hay muchísima gente de paso. Ahí nos enteramos de que en un salto, el 4Runner ha roto el radiador con la protección. David y Agus se quedan a arreglarlo. Tienen que esperar a que se seque la pasta que tapa el agujero del radiador y los demás vamos tirando hacia Erfoud, a darnos un bañito en la piscina y después para ver la tienda de fósiles y alguna más que caiga.

 

Cenamos prontito. En el hotel Xaluca hay un grupo numeroso que ocupan casi todo el espacio y casi entramos a codazos.

 

El día siguiente nos dan varias opciones para hacer. Ir directos por carretera a Meknes, o bien pasar la mañana en el Xaluca y al medio día ir hacia el destino o bien ir por la ruta de los cedros hasta Meknes., Nosotros optamos por la última y decidimos salir como todos los días para aprovechar las horas de sol. Hoy hemos hecho en las dunas 45 km.

 

11-04   Erfoud - Meknes

Algunos tienen cara de resacosos, nos hemos enterado de que los gautxoris de turno se fueron después de las copas a tomar un bañito a la piscina cubierta y al Jacuzzi. No sabemos hasta que hora.

 

Un grupo de coches van a ir directos a Meknes y nosotros (Juarman, Cajuma, Suko, Jon, Luís, José Mari, Agus, Juan,  copilotos y demás familiares); vamos a desviarnos unos 150 km antes de Meknes para hacer la ruta de los Cedros.

 

Paramos en Er Rachidia a por pan y agua, y pasamos por la presa de Hassan Addakhil y la garganta de Ziz.  Seguimos por Rich y el túnel del Legionario, Por Souk Nazzala y un valle verde ocasionalmente ya que no esta aprovechado para cultivos. Afortunadamente seguimos con buen tiempo y hoy además hace fresquito, solo estamos a 12º. Llegamos a la llanura de Aftis rodeados por la nieve del Atlas. En Midelt hace bastante viento y la gente va abrigada. En Zaida las casas nuevas tienen otro tipo de construcción los tejados son a dos aguas, Esto será debido a que el clima va cambiando y las lluvias y la nieve son cada vez mas frecuentes. Además no construyen con adobe sino con ladrillos. Por el puerto del Zat a 2200 mts ya vemos algo de nieve y estamos a 5ºC. Incluso en los ríos vemos a la gente pescando. En el parque Nacional de Ifrane tomamos la pista a la derecha, el cielo está negrísimo. Esta es una zona volcánica con restos rocosos y grandes agujeros cuyo origen o finalidad desconocemos.

 

 

En una caseta medio derrumbada en un llano que podría ser de cualquier punto del Pirineo Leridano paramos a almorzar. Suko y Yuyo siguen un poco mas adelante para ver el camino ya que no lo tienen demasiado claro. Entre tanto, vamos picando algo. Hace un frío que pela y mucho viento, los que se han puesto pantalón corto y sandalias lo están pasando algo mal… Por la radio oímos a Suko que el camino esta bien pero que ha salido de algún nevero a base de winch, Se reúne con nosotros y le vamos siguiendo por el camino recorrido. Nos adentramos en el bosque que es digno de ver, los Cedros parecen Secuoyas, son inmensos y altísimos, hemos hecho fotos comparativas con los niños. También hay neveros en el camino que vamos sorteando por los laterales.

 

Después del paso entre árboles, llegamos a los claros. Por aquí ya hay algún pastor al que le damos un puro y se queda tan contento. Cuando salimos a la carretera decidimos tirar directos a Meknes ya que el resto de la pista no parece interesante y también queremos ver su Medina de la ciudad. Agus, José Mª y Jon se van directos sin parar a comer. Como Suko y Yuyo no han almorzado, nos quedamos a picar algo con ellos y para cuando acabamos el otro grupo que venia directo pasa junto a nosotros y ya vamos todos en fila hasta el hotel. Nos alojamos en el Hotel Zaki, es muy grande con un montón de salones y esta lleno de nacionales, mañana va a ser un éxodo total.

 

A 20 km de Meknes, ya se empiezan a ver viñedos. Meknes es donde se produce la mayoría del vino de Marruecos. Por la zona vemos mucha gente agrupada con cantidad de taxis, autobuses y camiones. En el hotel nos dicen que hay huelga de transporte. Nos instalamos y damos una vueltita por la ciudad que es una marabunta de gente. En la medina vamos atentos para no perdernos. Como en todas las grandes ciudades la medina es un laberinto y los gremios están agrupados, los carniceros, las especias, los telares, los carpinteros… etc. Verdaderamente no hacemos demasiadas compras, El que mas se esmera es Gustavo que se esta portando muy bien a este respecto. Por lo demás te vuelven loco y aparte de especias, algunos llaveros que le faltaban a Maider y alguna pitxia más salimos de vacío.

 

 

Ya de vuelta al hotel van quedando como van a salir por la mañana. Hay unas 3 horas a la frontera, pero hay que contar con las 2 horas del cambio horario y además coger el ferry que sale cada 3 horas. Nos despedimos del grupo de los que van a madrugar. Otros iremos como siempre a las 7:00 de la mañana, para hacer algo de turismo y no ir con prisas para el ferry. Esto se acaba y como de costumbre en el último momento hacemos pase de fotos, videos y direcciones de email.

 

12-04 Meknes – Algeciras (por Chefchauen)

Después de un frugal desayuno vamos los que quedamos por la carretera hacia la frontera. Excepto los “javieres” todos pararemos a visitar Chefchaouen que es una parada de todas las hojas de ruta que nunca cumplimos. Esta vez no se nos escapa. Chefchaouen es un pueblo en las montañas del Rif, unos km algo después de Volúbilis (que es otra ciudad que se nos queda pendiente para otra vez). Nosotros nos dedicamos a visitar sus callejuelas y comer en su plaza. Su medina es de color blanco y azul claro, según dicen para ahuyentar los mosquitos. Su laberinto de callejas en cuesta acaba en una plaza donde se encuentran casi todos los restaurantes. Allí saciamos nuestro apetito y después ponemos rumbo a la pelea en la frontera y a salir por piernas al ferry, a ver cual pillamos. Tras estos trámites, llegamos a Algeciras casi a las 22:00 y decidimos irnos a dormir de nuevo a las Camelias. Mañana será otro día…

 

Esta es la 3ª vez que venimos a Marruecos y siempre descubrimos cosas nuevas. No solo la gente, la experiencia de los niños que están deseando volver (sobre todo a las dunas), el paisaje, el sol , la lluvia en el desierto, el calor, el polvo, la nieve, el frío, el  viento …..grandes contrastes entre el norte y el sur.

Afortunadamente, ningún percance con los coches salvo las averías leves de desllantes, pinchazos… Los coches se llevan una parte de Marruecos dentro de cada uno, ya que polvo y arena se han ido acumulando y todas las bisagras crujen.

 

Una vez más, después de ir ampliando nuestro conocimiento de este país, nos vamos con la ilusión de volver en un futuro no muy lejano. De conocer a gente estupenda, y con el buen sabor de boca de que todo ha salido perfecto. Reconociendo además la gran labor de guías y mecánicos que nos dan a todos la seguridad de ir bien protegidos.

 

Marruecos: volveremos… todavía quedan pistas por recorrer y cosas  por descubrir…...

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Sase.

Toyota KXR.