Marruecos Playa Blanca 2009
Día 30/09 Salida
Iniciamos el viaje el día 30 de septiembre. Salimos en nuestra L 200 junto con el Mitsu de Oscar, con la intención de dormir en la ciudad de Salamanca. Allí quedamos con Jon y Soraya con su Toyota Land Cruiser, y con la Isuzu de Mioño de Rubén e Iñaki, ellos salían unas horas después.
El Dragón del Iriki, se desplazó esta vez hasta las inmediaciones de Álava, mas concretamente hasta el puerto de Altube. En la primera conversación por emisora entre Oscar y Aitor, éste le dice; “Aitor el Mitsu se me calienta, joder y estamos en Altube…”. Parece que no ha llegado a la zona roja por lo que decidimos seguir vigilando y en todo caso ir al taller por la mañana. Llegamos a un hotel de carretera en las inmediaciones de Salamanca, en el cual cogemos habitaciones para los miembros de los 4 TTs.
Un par de horas mas tarde llegan los demás, cenamos y a dormir que al día siguiente nos esperan unos cuántos kilómetros hasta Algeciras.
Día 1/10 Llegada a Algeciras.
Salimos de Salamanca con destino Algeciras, son las 8,30 de la mañana. El viaje se inicia como termina ayer: el mitsu de Oscar se calienta cuando vamos subiendo. Hay que pensar en solucionarlo hoy, porque mañana es imposible ya que salimos muy pronto para coger el ferry.
A la hora de comer estamos en el Puerto de Santamaría, donde Jon ha quedado para comer con unos amigos y nos quedamos todos con ellos. Gente extraordinaria, todos y cada uno de ellos. Dan una opinión sobre el problema que tiene el mitsu pero la que más se da es que el radiador está sucio. Después de comer nos acercamos a un taller (Lucri), que conocen ellos, pero no nos dan la solución.
Uno de los amigos de Jon nos da la dirección de un taller en Algeciras y hacia allí nos dirigimos puesto que para lo del taller oficial no tenemos tiempo, estos cierran a la 6. Nos cuesta bastante encontrar el dichoso taller y cuando lo hacemos ¡están a punto de cerrar¡ De limpiar el radiador ni hablar, preguntamos con la boca pequeña si tendrían un radiador nuevo con la idea de llevarlo a Marruecos y cambiarlo, nos dicen que si tienen y que por 400 euros nos lo cambian de la misma, coñoooooooooo, ahí esta la solución. Había que ver con que velocidad y certeza cambiaron el radiador y la cara de Oscar. Nos vamos derechitos al hotel.
Una ducha y abajo que somos de los últimos en llegar. El reencuentro es súper agradable y conocemos a nuevos integrantes del grupo. Cenamos y a dormir porque cogemos el ferry a las 6 de la mañana.
Día 2/10 Algeciras-Essaouira.
Ha empezado el día prontito. Quedamos a las 5,30 en los coches. El ferry sale a las 6. La entrada al puerto que está cerca del hotel está cerrada, no abren hasta las 6, así que damos unas vueltas hasta encontrar la otra entrada y derechos al barco. El paso del estrecho dura una hora más o menos. El barco no se mueve mucho. Nos sentamos y comemos el desayuno-picnic que nos han puesto en el hotel.
Ya en tierra, repostamos y nos dirigimos a la frontera. No tardamos mucho en pasar todos y después de cambiar dinero ponemos rumbo a Essaouira. Tenemos unos 800kms por carretera y hacemos paradas por el camino para comer, beber y demás cositas, y así y todo llegamos a nuestro destino con mucho tiempo para disfrutar la tarde antes de ir a cenar.
La primera impresión de Essaouira es buena. La playa es grande, el paseo está lleno de gente, el hotel está al lado del paseo… Después de coger las habitaciones pasamos por la ducha para quitarnos el polvo de encima (ha hecho mucho calor) y quedamos para ir a dar una vuelta por el zoco. Las calles del zoco no son muy estrechas y damos varias vueltas antes de sentarnos en una terraza para tomar un té y unas cervezas. De vuelta al hotel cenamos y decidimos hacer un “botellón” en la terraza de nuestra habitación. En medio de las risas nos dan un buen susto: formando mucho alboroto y dando un salto aparece un arabe que no es otro que nuestro mulah Jon disfrazado (de buena se libró). Primero un susto y luego un montón de risas. Hoy no tenemos mucha prisa porque mañana no madrugamos pero estamos cansados y nos acostamos con mucho gusto.
Día 3/10 Essaouira-Agadir.
Hemos empezado el día tranquilo, sin madrugones porque tenemos hasta después de comer para hacer un poquito de turismo. Después de desayunar unos se quedan para poner en orden algunas cosas de los TTs y otros nos vamos a disfrutar de la mañana soleada y fresquita. Quedamos en un restaurante del puerto para comer todos juntos. Los que hacemos turismo nos vamos con Pepe, un oriundo de la tierra, amigo de Jon que nos hace de guía.
El puerto está en plena actividad, el pescado pasa de mano en mano, el cielo está lleno de gaviotas dispuestas a lanzarse sobre la comida… seguimos hasta el fuerte, subimos, nos hacemos unas fotos y nos vamos para el zoco. Allí, guiados por Pepe, vamos surcando las distintas calles, viendo todos los puestos y tiendas; todos te llaman, todos tienen lo mejor y lo más barato. Poco a poco va llegando la hora de la comida y nos acercamos al restaurante donde está ya el resto del grupo.
Gemma y yo nos miramos y nos reímos porque nos damos cuenta que el camarero ha hecho lo que él ha querido a la hora de poner las mesas ¡que pena! Tanto hablar para nada… Nos sentamos y esperamos a que lleguen los platos; tenemos un muro al lado donde se posan las gaviotas y andan los gatos; parece que están acostumbrados a que les den de comer y no se cortan a la hora de meter zarpas y picos en los platos. Se dan diversos “dimes y diretes” a cuenta de los animales: que si se cae el gato, que si se tira al agua… en medio de las risas ha llegado una pareja a la mesa de al lado, que al oírnos hablar en castellano se alegran y nos dicen que ya tenían ganas de encontrarse con españoles. Ellos son de Menorca y están de vacaciones por la zona. En la otra parte de la mesa siguen con el tema de si tirar o no al gato y en un arranque, Aitor hace que el gato se acerque, le da un empujón y le tira al agua ¡pobre animal!
Consigue subirse a una roca y mojado y asustado se pone a maullar (vaya gato). En la terraza estalla la guerra: unos gritan, otros se ríen y nuestros queridos amigos Paqui y Daniel se sienten heridos porque a ellos les encantan los gatos (tienen dos en su casa). El bicho sigue maullando encima de la roca y Dani busca un madero para acercárselo pero está muy asustado y no hace nada por subirse. Se buscan diferentes formas para el rescate pero no hay manera. Al final el camarero salta por el muro a un pequeño bordillo, alcanza al gato y lo lanza a la terraza. Cuando el animal se ve en tierra firme sale raudo y veloz y se pierde entre las mesas. Llega, por fin, la calma. Terminamos la comida en paz y antes de irnos nos hacemos una foto con la pareja de Menorca, a los que desde aquí les mando un saludo.
Después de todos estos acontecimientos, nos dirigimos a los coches y ponemos rumbo a Agadir que es nuestro destino para esta noche. El hotel es impresionante. Es totalmente europeo y turístico. Lo mejor de la habitación es la terraza, grande y con unas vistas espectaculares a la playa. Una playa grande y llana donde hay mucha gente jugando al fútbol. Después de la cena nos acercamos y ponemos los pies en la arena y cerca del agua (no mucho que el atlántico está muy frío).
Antes de subir a acostarnos nos tomamos un cafecito; el ambiente está muy animado y hay mucha gente bailando y disfrutando del espectáculo. En la habitación dejamos abierta la puerta de la terraza para escuchar el mar mientras dormimos y pensamos en la etapa de mañana. Nos espera Playa Blanca.
Día 4/10 Agadir-Tan Tan.
Son las 6 de la mañana y no sabéis como está la playa ¡llena de chavales jugando al fútbol! Hoy también madrugamos un poquito porque el lugar de destino está a unos cuantos kilómetros y antes haremos unas pistas hasta llegar a Playa Blanca.
Bajamos a desayunar y nos ponemos en marcha. De camino a Sidi Ifni vemos una playa de piedras; decidimos parar para picar algo (esto de comer y beber se nos da estupendamente), y ¡cómo no! Enseguida aparecen dos personas. Uno de ellos parece salido de “Fiebre del sábado noche” con la chupa de cuero y el pelo engominado (bueno, eso es lo que quiero pensar…) Con pose un tanto ficticia, se ríen y nos piden las latas de cerveza que estamos bebiendo…¡ y se bebe los “culos” que quedan! ¡se van superando día a día!
Nos vamos a los coches y seguimos nuestro camino; enseguida llegamos a nuestro destino ¡Playa Blanca! Bajamos, un vistazo y nos hacemos una foto de grupo.
Mi primera impresión es buena, me gustan mucho las playas y el mar, sobre todo me gusta el mar y aquí, hasta donde alcanza mi vista es impresionante. Mientras los conductores hablan y miran por donde se puede bajar a la playa, a mi me da un poco de miedo y decido, junto con Paqui y Begoña bajar andando; después bajan Sonia y Gemma. Corremos hasta llegar casi a la playa porque la arena de las dunas quema mucho. Arriba siguen los conductores; en el primer intento de bajada la isuzu se queda en la arena. Se busca otra alternativa y comienza el descenso. Todos bajan por ahí excepto el Mitsu y la L200, que no viéndolo seguro, buscan otro camino.
Empieza el Raid Playa Blanca. Hay por delante 28 kms de arena para disfrutar…pero cual es nuestra sorpresa que la arena está muy blanda; no llevamos las presiones adecuadas, sometemos a los coches a un castigo extraordinario (en 2ª a 4000 vueltas en largas) y si paramos parece que te hundes y nos costaría arrancar. No podemos acercarnos al agua, ni hacer ninguna tontería y empezamos a darle caña e ir “to tiesos” hasta el final. No hay rastro de los barcos varados que supuestamente estaban por allí, pero si hay muchas gaviotas y mucha porquería que, suponemos, la tiran de los barcos y el agua la arroja a la orilla porque la playa parece virgen.
Vamos haciendo el recorrido con más o menos fortuna; la Isuzu (de Rubén e Iñaki) y el Cherokee (de José Mari y David) van a toda máquina y se pasan la salida de la playa. Tienen problemas para dar la vuelta; se produce un pequeño caos: ellos dicen que no pueden y el mulah les dice que tienen que hacerlo como sea. Al parar se quedan varados y los chicos del cherokee les ayudan a salir y pueden por fin, dar la vuelta.
Nos agrupamos y salimos de la playa duneando ¡nada fácil, por cierto! Hace mucho calor y casi todas las chicas buscamos la sombra de los coches para esperar un poco más cómodas. Sonia y yo cogemos arena y unas pequeñas caracolas blancas para nuestras hijas (que nos lo han pedido). Cogemos varias pistas y casi de noche llegamos al Ksar Tafnidilt cerca de Tan Tan, que es nuestro refugio por esta noche. Después de la cena nos quedamos en la terraza, echando unos tragos y con una animada tertulia en la que hay opiniones para todos los gustos, hablamos tan alto que se nos escucha desde lejos.
Día 5/10 Tan Tan-Assa (acampada).
Hoy tenemos una soleada y calurosa mañana, como todos estos días. A las 8 ya estamos desayunando y media hora después estamos camino de Tan-Tan (a unos 20 Km.) para repostar. Hoy dejamos la costa para ir adentrándonos en el interior del país. A la entrada de Tan Tan nos encontramos con el enésimo control policial (creo que estamos viendo a toda la policía de Marruecos). Piden pasaportes y demás papeles al responsable del grupo. Una vez terminan las formalidades nos vamos a la gasolinera.
Repostamos y pista. Por la emisora, Jon nos dice que Gemma, por problemas personales, ha de volver a casa y David la llevará a Agadir para coger un avión. Nosotros seguimos por las pistas, tenemos unos cuantos kilómetros por delante.
Al llegar a Assa, el “BigFoot” de Paco al tener que frenar bruscamente rompe el latiguillo del freno. Llegamos a una gasolinera, repostamos y como hay un taller se mira el coche de Paco. Jon, Rubén e Iñaki se quedan con Paco y Sonia y los demás nos vamos con Josemi. No estamos lejos del cruce donde hemos quedado con David.
Poco antes de llegar ¡alto! ¡ control de la policía! Josemi, que va el primero se baja, habla con ellos y nos dice que preguntan por el responsable del grupo… menos mal que David no está lejos, llega y enseguida nos vamos. Llegamos a un albergue. Nos cuentan que podemos dormir en haimas o acampar. Hoy teníamos acampada libre pero debido al imprevisto se cambian los planes y nos quedamos aquí. Unos acampamos y otros duermen en las haimas. Mientras esperamos a que lleguen Paco y los demás, vamos pasando por las duchas y montando las tiendas.
Llegan Paco y Sonia con novedades. Nos cuentan que en el taller les han colocado mal el latiguillo del freno y una vez en carretera la pastilla se ha quedado pegada al disco y se ha puesto al rojo vivo e incluso ha salido fuego. Ellos no se han dado cuenta y ha sido Iñaki quién les ha avisado. Lo han solucionado con un extintor y agua ¡¡vaya susto!! ¡Paco, hijo, tienes el dragón pegado a tu trasero! Ya más relajados nos sentamos a cenar y el ambiente es divertido y relajado. Hacemos muchas risas y nos vamos pronto a dormir.
Día 6/10 Assa-Tata.
De nuevo la mañana se presenta calurosa. Desayunamos y recogemos el campamento ¡vaya calor que hace tan prontito! Mientras Paco y Sonia se van con David al taller para arreglar el desaguisado del freno el resto del grupo nos vamos para hacer una mañana de pistas en dirección a Tata.
Algunos van como si fueran por la autopista, “to tiesos”, y solo vemos la estela de polvo que van dejando pero aún así vamos completando nuestra ruta y llegamos antes de comer al hotel. La tarde la dedicamos a relajarnos en la piscina del hotel. La mayoría de nosotros van rápidamente al agua y se oye algún que otro grito sobre lo fría que está el agua. Esta sesión de relajación se acompaña de cerveza fresquita y de risas. Comemos en la terraza de la piscina de nuestras cosas.
Ya han vuelto los del taller y parece que todo está arreglado y podrán hacer dunas. Poco a poco se nos va haciendo de noche y nadie se mueve, no tenemos muchas ganas de levantarnos y decidimos quedarnos en el hotel; seguimos charlando y bebiendo agua para combatir el calor.
Día 7/10 Tata-Dunas de Iriki.
¡Hoy es el día que todos estamos esperando! Tocaremos dunas y acamparemos en el desierto.
Madrugamos y para más narices yo me despierto dos horas antes porque Aitor se confunde y pone mal la alarma del móvil.
Primero hacemos carretera y luego ya nos internamos por pistas. Es una pista que nos lleva en dirección al lago Iriki y hace años fue usada por los participantes del rally Paris-Dakar. Nos vamos internando en el Iriki. Cuando nos acercamos al lago alguien comenta por la emisora que hay barro y enseguida se oye la voz del mulah diciendo que busquemos otro camino y salgamos del barro. Esta vez no se deja sentir el dragón de la leyenda porque parece que se ha conformado con el estropicio del otro día.
¡Vaya, vaya! Tenemos delante de nuevo las dunas. A ver como se nos dan este año. ¡Por favor! Que suavidad transmite la arena cuando la pisamos por primera vez!
Ahí están las dunas, esperándonos. Y las atacamos con muchas ganas. Vamos haciéndolas poco a poco, cada vez con más confianza, casi como pidiéndolas permiso para pasar sin consecuencias. Hace mucho calor. Paramos para comer y se sitúan los coches para poder poner un toldo y tener un poco de sombra.
Después de la comida y de un rato de reposo esperando que caiga un poco el sol continuamos ruta por el mar de arena. Las horas pasan rápidamente y parecemos verdaderos expertos. Cuando ya nos dicen que vamos a buscar un lugar para acampar, en una subida desllantamos. Aitor avisa por la emisora y en un momento llega David. Salgo del coche. Ya no hace sol y se está muy bien. Aitor y David intentan unas cuantas veces poner bien la rueda pero parece que les está costando un poco. Aparecen Jon y Soraya para ayudar por si hace falta. Tardan un poco en poner bien la rueda mientras Soraya y yo charlamos un poco. Arreglada la rueda salimos pitando en busca del campamento. Cuando llegamos está todo en plena algarabía. Hay que montar las tiendas, las mesas, buscar un sitio para hacer la hoguera etc.
Después de asearnos un poco vamos poniendo en orden las cosas para la cena y haciendo la hoguera. Comentamos que este año las dunas parecen más pequeñas, que las estamos haciendo casi sin querer, muy fácilmente. A los más expertos les hacemos gracia con estos comentarios (han hecho dunas mas grandes en otros lugares) pero para nosotros es un gran paso y disfrutamos mucho hablando de ello.
Estamos todos muy contentos y eso se nota. Las conversaciones son fáciles, nos reímos, comentamos las cosas del día pero sobre todo miramos al cielo y nos alucinan tantas estrellas. Después trasladamos nuestros traseros al lado de la hoguera y allí seguimos hablando y tomando algún trago que otro. Estoy muy a gusto pero estoy muy cansada, el cuerpo me pide dormir, así que me voy para la tienda y me quedo dormida en un momento. Se que luego hubo jaleo, algún baile raro y no se que más pero no puedo contar lo que no he vivido. Así que ¡felices sueños a todos!
Día 8/10 Dunas de Iriki-Mahmid.
Suena música? Si, es la misma canción. Parece que no ha pasado un año. Son las 6 de la mañana. No soy capaz de abrir los ojos y eso que he dormido una porrada de horas. Voy despertando poco a poco. Para cuando salgo de la tienda la gente está de lleno concentrada en recoger el campamento: hay que doblar tiendas, ordenar los coches, desayunar, recoger la basura y demás. Y hay que hacerlo sin tardar mucho porque hace ya un calor que parece mentira que sea tan temprano.
Estamos dispuestos para atacar las dunas. Nos ponemos en el orden convenido y empezamos el viaje. Subimos, bajamos, giramos, nos deslizamos bien en la arena, vamos surcando las arenas del desierto ¡ja! Hasta cuando nos quedamos empanzados lo solucionamos con facilidad, se nos da mejor que el año pasado. Nos quedamos en un par de ocasiones pero se solucionan facilmente. La mañana va pasando sin problemas y en una de estas se oye la voz de Daniel por la emisora diciendo que el Sorento se para y no sabe por qué. ¡Vaya palo! Con lo bien que estaban andando. La maldita luz de Check se enciende y el Sorento se para, prueban de todo pero el Sorento solo arranca pasado un rato, así que a ratitos vamos saliendo.
Que gozada llevamos 6 horas de dunas y apenas hemos parado, todos los coches han ido estupendamente. La salida de las dunas y la llegada al Oasis Sagrado no es para menos, pista de piedra y arena de fácil conducción nos deleitan.
Después de comer en el citado Oasis partimos por pistas preciosas de arena que hacen nuestras delicias hasta que llegamos a la Kasbah Tabarkat, que será el hotel que nos acogerá esta noche. Tras el reparto de habitaciones un baño en la piscina, que gozada después de un día de un terrible calor. La verdad que en este hotel te hacen sentir como en casa, los dueños que son catalanes saben como lograr un ambiente agradable.
Día 9/10 Mahmid-Ouarzazate.
De nuevo temprano tenemos los coches en marcha. Se decide hacer el camino en dos tramos: el primer tramo lo hacemos por pista y el segundo por carretera. En la pista hacemos varios grupos: los que tienen GPS con los que no tenemos, de esta forma cogen el way point y nos lanzamos a buscarlo. Nosotros vamos a lo nuestro, que la amortiguación no está para muchos saltos, y seguimos, más que nada, la estela de polvo que van dejando por la hamada. En el WP nos reagrupamos y salimos a la carretera para llegar a Ouarzazate.
Aquí también nos dividimos: unos van a un restaurante, recomendado por la gente del Tabarkat, y otros preferimos comer de las cajas. El restaurante es toda una sorpresa; la calle donde está daría miedo por la noche y parece más un callejón, pero una vez que entras es otro mundo. Está decorado con mucho gusto: hay un pequeño estanque, una pared adornada con faroles encendidos, una esquina con sofás… es muy bonito.
Como se nos ha hecho tarde no visitamos la Kasbah de Taourirt porque está cerrada pero con un guía hacemos una visita a la parte antigua de la ciudad. Hacemos un recorrido por las diferentes calles. De vuelta al hotel nos queda lo de todas las noches: cena, un traguito y a dormir.
Día 10/10 Ouarzazate-Marrakech.
Hoy llegamos a Marrakech. Pero antes de esto hacemos una visita a la Kasbah de Ait Ben Haddou. La primera impresión es la que cuenta y la mía es estupenda. La Kasbah ha servido como escenario para diversas películas. La entrada es impresionante flanqueada por dos torres, a las diferentes estancias y demás. El lugar está construido en la ladera de la montaña y vamos subiendo mientras vemos calles y tiendas. Llega un momento que no puedo seguir y nos damos la vuelta. Aitor me acompaña al coche y después vuelve a ver si puede hacer algún trato para unas cosas que nos han gustado.
Ya estamos todos y nos ponemos en camino hacia Marrakech. Nos separan unos cuantos kilómetros y la carretera es como una serpiente ¡llena de curvas sinuosas! Y hay mucho meneo. Tardamos un rato largo. La entrada en Marrakech es estresante, por la carretera va de todo: coches, camiones, autobuses, las motos con dos o tres ocupantes, incluso carros con burros… por no hablar de que los peatones hacen lo que quieren y donde quieren.
Procuramos no perdernos y no respetamos mucho las normas ¡es caótico!...Por fin llegamos al hotel. Comemos y descansamos un ratito antes de ir a visitar la ciudad. El centro de la ciudad es la plaza de la Jemma el Fna, desde aquí salen diversas calles que constituyen el zoco. En esta plaza se reúnen todo tipo de personas y cosas: bailarinas, hombres con serpientes, charlatanes, y por supuesto, nosotros los turistas. También hay muchos puestos que venden de todo. Nos dividimos en grupos para que la visita al zoco sea más fácil y quedamos para cenar. Vamos andando entre calles, mirando, hablando y riéndonos… Cuando algo nos interesa Aitor se encarga del regateo (se le dan de miedo estas cosas) y poco o mucho todos compramos algo. Este zoco está bastante limpio y los olores no me resultan pesados. Compramos algunas cosas y se nos va haciendo la hora de ir al bar donde hemos quedado.
Pensamos que lo mejor es comer alguna cosa en uno de los muchos chiringuitos que dan tanta luz al lugar. Después de cenar la mayor parte de la gente decide quedarse por la plaza para seguir haciendo compras y algunas chicas quieren hacerse los tatuajes con hena. Yo estoy bastante echa polvo y prefiero irme al hotel. Con nosotros se vienen Jon, David y Soraya. Pensamos en coger un taxi que nos lleve de vuelta, porque aunque no estamos lejos no nos apetece andar, pero al final acabamos en un coche de caballos. Ya en el hotel un cafecito, un poquito de charleta y a dormir.
Día 11/10 Marrakech-Algeciras.
Nos hemos pasado el día en carretera ya que teníamos mucha distancia que recorrer. Llegamos a la frontera, pasamos deprisa y sin problemas, y vamos rápido para coger el ferry que sale de Ceuta a las 18:30. Ya en el hotel de Algeciras y después de dejar el polvo en la ducha vamos a cenar.
Después de la cena, en el momento del postre, sacan una tarta con tres velas para celebrar los tres años que se conocen Jon y David (todo ha sido idea de éste último) y una copa de cava para brindar. ¡Montamos una buena! Tanto que incluso se acerca una señora a preguntar que era lo que estábamos celebrando, le decimos que era el aniversario de los chicos como “pareja” Ella se lo toma en serio y lo cuenta a las otras amigas que estaban con ella. Se miran entre ellas y se ríen. No se si se lo creyeron pero nosotros nos pasamos un buen rato viéndolas así de sorprendidas.
Después, en la terraza, nos quedamos todos para tomar la última copa del viaje, intercambiarnos las fotos y recordamos los sucesos acontecidos durante el viaje. Luego a dormir que tenemos que descansar, porque excepto Paco y Sonia, los demás tenemos muchos kilómetros por delante hasta llegar a nuestras casas.
Día 12/10 Algeciras-Casa.
Desayunamos prontito todos juntos y nos vamos despidiendo. Nos separamos en grupos: los que van para Alicante, Valencia y Barcelona, los que vamos para Bizkaia y los que van para Jaén.
Ha sido un viaje estupendo. Desde aquí quiero decir a toda la gente que habéis sido una maravillosa compañía, que he disfrutado mucho y que habéis hecho que todo fuera más llevadero. A los que hemos conocido estos días, a los que ya conocíamos y sobre todo a los chicos y chicas de la organización GRACIAS y espero que volvamos a vernos.
Hasta entonces que todo vaya bien y ya sabéis como hay que ir: “ TO TIESO” y que nada detenga la aventura.
Arantza Fika
Mitsubishi L200